Los líderes europeos examinan en un almuerzo la última propuesta de acuerdo negociada por Tusk y Davutoglu
BRUSELAS, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Turquía considera que "no es suficiente" la promesa de revisar al alza los 3.000 millones de euros de ayuda europea par atender a los refugiados sirios, a cambio de que acepte el retorno de los miles de inmigrantes irregulares que llegan a Grecia, por lo que intentará mejorar el compromiso en la negociación con los líderes de la UE en Bruselas.
"Lo importante es que lo prometido no es suficiente, hay que ver cuándo empieza a llegar (la ayuda), porque puedes prometer 15.000 millones y no pagar ninguno", han argumentado fuentes oficiales turcas.
El primer ministro turco, Ahmut Davutoglu, se ha reunido durante cerca de cuatro horas con el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk; el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker; y con el primer ministro holandés y presidente de turno de la UE, Mark Rutte, para tratar de consensuar una declaración común que asiente las bases del acuerdo.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea examinan desde las 14:00 el documento resultante, para decidir si es un compromiso aceptable o es necesario seguir negociando.
Los borradores de acuerdo que han circulado durante las últimas horas de negociación recogen la posibilidad de aumentar con otros 3.000 millones de euros "adicionales" de euros para los refugiados en Turquía, siempre que se agoten los 3.000 millones comprometidos inicialmente y se constante que sirven al objetivo diseñado.
Sin embargo, la cuestión económica sigue siendo un "problema" de acuerdo a fuentes de las dos partes de la negociación, no tanto por el monto, como por los compromisos de desembolso.
Otra de las claves es la apertura de nuevos capítulos en la negociación de adhesión de Turquía al club comunitario. Ankara aspira a la apertura de "tantos capítulos como sea posible", según el Gobierno turco, que evita confirmar si se trata de los cinco que ha reclamado en el pasado o si ha variado esta posición.
Los europeos señalan dos cuestiones más que complican el acuerdo y que tienen que ver con el lenguaje empleado para subrayar la legalidad de las medidas que se pongan en marcha y también el calendario para poner en práctica el programa para deportar a los inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otros organismos humanitarios pusieron en duda la compatibilidad del acuerdo tal y como se planteó hace una semana, por lo que los 28 han trabajado en hallar una "formulación con la que todos estén a gusto" y deje claro que cada demandante de asilo recibirá un "trato individualizado" de su expediente.
El calendario también está complicando el proceso, ya que las posiciones se dividen entre los países que apuestan por una entrada en vigor inmediata, para evitar el "efecto llamada", y los que piden algo más de tiempo para evitar que las prisas por aplicar el programa precipite un modelo ineficaz.
ÚLTIMOS CAMBIOS
Durante la cena del jueves, los líderes europeos han incorporado cambios "mínimos" en la propuesta de acuerdo para expulsar a los refugiados sirios a Turquía, con el objetivo de reforzar el papel de ACNUR en el proceso y también de subrayar que cada demanda de asilo será tratada de manera individual.
Se trata de modificaciones en la "buena dirección" para reforzar la "legalidad" del proceso de retorno, según han indicado fuentes europeas, después de las duras críticas recibidas en la última semana a un acuerdo que el propio ACNUR y otras organizaciones humanitarias han tachado de "ilegal" y contrario a la Convención de Ginebra.
La formulación de la propuesta de acuerdo que ultiman los líderes europeos, además, añade una "referencia explícita" al trato individual que recibirá cada petición de asilo presentada en Grecia. Fuentes de la negociación aseguran que se trata de una condición que estaba ya clara en las conversaciones, pero que ahora se ha subrayado en el documento.
Otra novedad es que a la hora de seleccionar a los candidatos a ser reubicados en los Estados miembros directamente desde Turquía --a cambio de que Ankara acepte el retorno de los refugiados-- se tengan en cuenta los "criterios de vulnerabilidad de Naciones Unidas.
Los costes de los traslados de los refugiados hasta Turquía los asumirá la Unión Europea, aunque una última versión del acuerdo incluiría el matiz de que también costearía el retorno de los deportados a los países de origen, según han indicado fuentes europeas, para contentar a Ankara.
Las bases del acuerdo se cerraron la semana pasada entre la UE y Ankara y contemplan la expulsión a Turquía de todos los inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia, incluidos los refugiados sirios, aunque desde Bruselas se asegura que no habrá devoluciones en caliente ni colectivas y que se dará un trato individualizado a cada solicitud de asilo.