BRUSELAS, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, ha recurrido este jueves a la ironía para pedir que Estados Unidos siga siendo parte del acuerdo internacional contra el cambio climático sellado en París hace año y medio porque su salida contribuiría a empeorar también el "clima político".
"Donald Trump, por favor, no cambie el clima (político) para peor", ha escrito Tusk en su cuenta oficial de Twitter, horas antes del esperado anuncio del presidente de Estados Unidos sobre el Acuerdo de París.
Trump se ha comprometido anunciar su decisión este mismo jueves, aunque varias fuentes oficiales citadas por medios estadounidenses dan por hecho que su posición será la de abandonar el convenio internacional.
Alarmados por las consecuencias de una pérdida de este peso, otros grandes socios de París como la Unión Europea o China han expresado su firme compromiso con la lucha contra el cambio climático.
Desde Bruselas, tanto el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de Energía, Maros Sefcovic, como el comisario de Clima, Miguel Arias Cañete, han dejado claro que, aún siendo "decepcionante", la marcha de Washington no sería el fin del compromiso multilateral de París.
"Pase lo que pase hoy, el Acuerdo de París seguirá adelante, perdurará, porque es nuestro interés compartido luchar por él", ha declarado en Twitter el comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete.
Arias Cañete ha subrayado que el pacto auspiciado por Naciones Unidas para luchar contra el cambio climático es también "motor de crecimiento" para las economías de los países que lo suscriben, además de ser un instrumento "clave" para proteger el planeta. "Estamos en el lado correcto de la historia", ha enfatizado el comisario español.
En cualquier caso, la eventual salida de Estados Unidos del acuerdo llevaría años, tal y como auguró el miércoles el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien añadió que Trump "no conoce los detalles" del pacto suscrito, por lo que piensa que sí es posible una retirada inmediata.
Juncker se refería con esas palabras al artículo 28.1 del Acuerdo de París, que contempla la posibilidad de que una de las partes decida dejar de serlo, pero sujeto a determinadas condiciones.
Así, un país podrá solicitar su retirada con una petición escrita que será legalmente efectiva solo un año después de haberla presentado y no podrá presentar dicha solicitación hasta que hayan pasado al menos tres años desde la entrada en vigor del Acuerdo de París.
En la práctica ello implica que aunque Trump anunciara esta semana el abandono de Estados Unidos, legalmente no podrá solicitarlo hasta noviembre de 2019 (el convenio internacional entró en vigor el 4 de noviembre de 2016) y no se haría efectivo hasta un año después, en noviembre de 2020.