Merkel ve temor en algunos socios a que se creen "categorías" de países pero dice que la cooperación reforzada ya existe
BRUSELAS, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, y el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, han defendido este viernes que la prioridad del futuro de la Unión Europea ya sin Reino Unido será la "unidad" de sus miembros, pero que ello no es incompatible con que los países avancen a distintas velocidades, en función de su proyecto de integración.
"Voy a instar a todos a esforzarse por mantener la unidad política entre los Veintisiete", ha declarado Tusk a la prensa en Bruselas, al término de una cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en la que no ha participado Reino Unido.
El presidente de la Comisión Europea, por su parte, ha declarado su sorpresa por el temor de algunos Estados miembros a que la posibilidad de una Europa a distintas velocidades se traduzca en "una nueva línea divisoria, un nuevo telón de acero" entre el este y el oeste.
Juncker ha descartado en cualquier caso que el proyecto europeo se dirija en un rumbo que conduzca a la división y ha insistido en que el modelo de "cooperación reforzada" ya existe en los Tratados.
La canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro italiano, Paolo Gentilioni; y el presidente de Francia, François Hollande; son otros de los líderes que se han significado a favor de que un grupo de países puedan avanzar más lejos y más rápido que otros.
En este sentido, todos ellos han señalado el euro y el espacio sin fronteras Schengen como ejemplos de integración de la que no todos los Estados miembros quisieron ser partícipes.
"No se trata de excluir a nadie (..), sino de ser capaces de ir más lejos y más rápido, sin cerrar la puerta a nadie. No contemplamos fórmulas que excluyan, pero tampoco impedir a nadie que pueda avanzar", ha resumido Hollande, al término de la cumbre.
En opinión del mandatario galo, las últimas crisis en Europa han evidenciado sus dificultades a la hora de tomar decisiones consensuadas "en el momento adecuado", por lo que ha apoyado la necesidad de potenciar la "unidad" del bloque y avanzar a distinto ritmo "sin perder la solidaridad del conjunto y la cohesión a 27".
Para la canciller alemana, Angela Merkel, el futuro de la Unión Europea debe pasar por una Europa "abierta", que no sea "exclusiva, sino inclusiva", y que deje que cada Estado decida "libremente" sobre varias cooperaciones.
Merkel ha reconocido que en la reunión se han escuchado los temores y las quejas de algunos Estados miembros a que el desarrollo de este proyecto lleve a crear "distintas categorías" de países dentro de la Unión Europea.
Los países del este, agrupados en el club de Visegrado, y algunos bálticos son los que más reservas tienen a la idea de avanzar a distinto ritmo, aunque fuentes diplomáticas abren la puerta a un modelo que no implique cambios en la fórmula de cooperación reforzada que ya existe.
Gentilioni, anfitrión el próximo 25 de marzo de la Cumbre de Roma para celebrar los 60 años del proyecto europeo, ha mostrado un "optimismo relativo" tras el debate de este viernes y ha confiado en que la cita de la capital italiana sea una "oportunidad de impulso" para la Unión Europea.
También ha indicado que la reflexión sobre una Europa a distinto ritmo estará en la Declaración de Roma y que, además, incluirá las cuatro grandes prioridades --seguridad, prosperidad económica, dimensión social y fortaleza exterior-- para la siguiente década.
'BREXIT'
Los Veintisiete han preparado así la reflexión de cara al futuro de Europa sin Reino Unido y, pese a que el 'Brexit' no estaba formalmente en la agenda, se han mostrado preparados para iniciar las negociaciones con rapidez cuando Londres active el proceso formal, invocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa.
"Todos estamos preparados para el procedimiento completo y no tengo dudas de que estaremos listos en 48 horas (tras la notificación del Gobierno de Theresa May)", ha dicho Tusk.
Juncker, por su parte, ha reiterado que no le gusta la idea de perder a Reino Unido y ha confiado en que algún día los británicos quieran "volver al barco" del bloque comunitario.
En cuanto al calendario, tanto la canciller alemana como el irlandés Enda Kenny han apuntado el próximo 6 de abril como fecha probable para una cumbre extraordinaria de la Unión Europea para responder a la activación del 'Brexit', siempre que la notificación de Londres llegue "la próxima semana".
De no ser así, en la Unión Europea cuentan con que el Gobierno británico apure el plazo de finales de marzo para no empañar la cumbre de Roma con su anuncio, según han explicado fuentes europeas, que advierten de que el bloque necesitaría unas cuatro semanas a partir de la notificación para preparar una cumbre.