BRUSELAS, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha advertido de que Europa se enfrenta a "un desafío enorme" por la llegada de un número de refugiados "sin precedentes" y ha defendido que se necesita "urgentemente movilizar a la UE, a todos los Estados miembro, para ayudar a hacer frente a la situación humanitaria de los inmigrantes en Grecia y a lo largo de la ruta de los Balcanes occidentales".
"Esta es una crisis que está poniendo a prueba límite nuestra Unión", ha avisado Tusk desde Zagreb tras reunirse con el primer ministro croata, Tihomir Oreskovic, en el marco de una gira por los países afectados por la crisis de refugiados y tras pasar por Austria y Eslovenia. También tiene previsto visitar Macedonia y Grecia y el jueves y viernes Turquía.
Tusk ha admitido que la crisis de refugiados "está provocando tensiones entre los Estados miembro" pero ha insistido en que todos los países deben cumplir "plenamente" las normas del espacio libre sin fronteras Schengen porque aunque ello "no resolverá la crisis de la inmigración" sin ello no habrá "ninguna oportunidad de resolverla" y es "la base para una solución europea completa".
"Por eso estoy aquí. Y es en lo que necesitamos en nuestro próximo Consejo Europeo", ha dicho, dejando claro que "la primera prioridad es reducir rápidamente los flujos y reducir la inmigración ilegal preservando a la vez la integridad de la zona Schengen".
Tusk ha admitido que lograr la vuelta al funcionamiento correcto de Schengen "será difícil" y requerirá gestionar la crisis con "responsabilidad y de forma coordinada".
"No hay buena alternativa tampoco a la cooperación con Turquía", ha avisado, al tiempo que ha reclamado que en la cumbre entre la UE y Turquía que acogerá Bruselas el próximo lunes se haga lo posible para garantizar que el plan que ambas partes pactaron para atajar la crisis de refugiados sea un "éxito común". "Ello dependerá ante todo de una caída clara y significativa de las llegadas", ha subrayado.
La Comisión Europea ha propuesto este miércoles la creación de "un nuevo instrumento de asistencia de emergencia" humanitaria dotado de 700 millones de euros para los próximos tres años, hasta 2018, para ayudar a los países de la UE a hacer frente a la crisis de refugiados, que se ha agravado especialmente en Grecia, donde hay más de 20.000 refugiados bloqueados.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) alertó este martes de una inminente crisis humanitaria en Europa y alertó de que el número de refugiados bloqueados en Grecia ha aumentado hasta los 24.000, incluidos unos 8.500 en el campamento de Idomeni en la frontera con Macedonia, país que Tusk ha recordado está atravesando "una situación difícil", al que no se le puede dejar solo.
Atenas ha avisado de que el número de refugiados en el país podría aumentar en breve hasta los 70.000 y ha reclamado un paquete de ayuda de 450 millones de euros.
La crisis de refugiados se ha agravado en los países a lo largo de la ruta de los Balcanes, especialmente en Grecia, después de que los países hayan aumentado las restricciones de entrada en respuesta al anuncio de Austria de que aplicaría un tope de entradas diarias autorizadas.