Tusk tacha de "desagradable" la reunión entre el presidente Duda y los dos políticos polacos indultados

MADRID 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, ha tachado de "desagradable" la reunión celebrada en la víspera en el palacio presidencial, donde el presidente Andrzej Duda recibió al exministro del Interior Mariusz Kaminski y al que fuera su 'número dos', Maciej Wasik, ambos recientemente indultados por el mandatario.

"Ignoro la estética de estos acontecimientos, pero no me sorprende que la gente se sienta mal al ver al presidente de la República de Polonia abrazando a criminales", ha recriminado Tusk, aludiendo a las imágenes difundidas en el miércoles por la Presidencia en las que se observaba a Duda abrazando a los indultados.

En declaraciones a los medios de comunicación, Tusk ha recordado que Kaminski y Wasik ya fueron condenados en 2015, pero que el presidente los indultó. Ahora, ambos políticos del partido Ley y Justicia (PiS) han vuelto a ser condenados por corrupción, y el mandatario, miembro de la misma formación, ha vuelto a indultarlos.

"Continuaron haciendo las mismas cosas porque el president elos indultó, hoy tenemos una situación similar otra vez", ha señalado el primer ministro polaco, que advierte al presidente Duda de que reunirse con Kaminski y Wasik es "un problema de la institución", según recoge la emisora RMF FM.

El Tribunal Supremo de Polonia falló en 2023 a favor de la reapertura del caso, lo que llevó a que Kaminski y Wasik fueran condenados por corrupción. Kaminski fue fundador de la oficina anticorrupción del país y fue esta misma entidad la que comenzó a investigarle en 2007 por corrupción en el Ministerio de Agricultura.

Tras darse a conocer la sentencia que los declaraba culpables, Kaminski y Wasik trataron de evitar su arresto acudiendo incluso al palacio presidencial en busca de una suerte refugio. Finalmente fueron apresados y durante su breve estancia en prisión llegaron incluso a hacer una huelga de hambre.

El nuevo indulto de Duda llega en pleno aumento de la tensión con el Gobierno de Tusk, que ha llegado incluso a señalar al propio presidente de actuar como cómplice en un delito de obstrucción a la Justicia por recibir a los condenados en el palacio presidencial de Varsovia para evitar su detención.