BRUSELAS 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han hablado por teléfono en torno a las 14:00 horas de este domingo para abordar la reserva de España al acuerdo del Brexit por la situación de Gibraltar, tras la cual está "más cerca" la celebración de la cumbre del domingo para que los 27 validen el acuerdo de divorcio con los británicos.
"Tras una llamada telefónica entre el presidente del Consejo y Pedro Sánchez hace unos minutos, estamos más cerca del Consejo europeo de mañana", ha anunciado el portavoz de Tusk en su perfil de Twitter.
Sánchez tiene previsto comparecer a las 15:00 horas en el Palacio de la Moncloa para explicar su posición de cara a la cumbre y las negociaciones del Brexit.
Para el Gobierno era imperativo que se modificara tanto el artículo 184 del Tratado de Retirada como la redacción de la declaración política sobre el futuro de las relaciones entre la UE y Reino Unido, para aclarar su rol respecto a Gibraltar.
Los contactos discretos se han mantenido en las últimas horas para pactar una fórmula que satisfaga la exigencia española de aportar la "claridad jurídica" necesaria en cuanto a que ningún acuerdo futuro entre la Unión Europea y Reino Unido se aplicará en el territorio de Gibraltar sin el consentimiento previo de España.
Sin embargo, ni el bloque europeo ni el Gobierno de May ven margen posible para reabrir el acuerdo de divorcio --único texto con valor jurídico--, ni la declaración política, según diversas fuentes consultadas, porque ya cuentan con el aval tanto del Ejecutivo británico como de la Comisión Europea y de los Estados miembros.
Por ello, la solución pasaría por sumar a estos textos una o dos declaraciones más que dejen por escrito que tanto la UE como Reino Unido interpretan los acuerdos en el sentido que reclama España, aunque no tendrían el valor legal que sí tiene el Tratado de Retirada.
En las reuniones a distintos niveles que han mantenido los países de la UE a diversos niveles, España ha dejado ver su malestar porque en la última fase de negociación entre Bruselas y Londres prevalecieran propuestas británicas que, como en el caso de Gibraltar, difuminan el mandato negociador pactado a 27 en abril de 2017.
La diplomacia española también ha hecho valer en las reuniones que, en el momento de su adhesión, España tuvo que asumir "condiciones muy duras" con respecto a las exigencias británicas y no entiende que ahora se mantenga la "presión" sobre el Estado miembro que permanece en la UE y no sobre el que se marcha, en palabras de una alta fuente europea.