MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Unión Africana (UA) ha condenado "el aumento de la violencia" en Sudáfrica en el marco de las protestas y disturbios de los últimos días y ha pedido "restaurar urgentemente el orden, la paz y la estabilidad" en el país africano, sacudido por una serie de movilizaciones por parte de seguidores del expresidente Jacob Zuma, encarcelado tras ser condenado a 15 meses de cárcel por desacato.
El presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, ha lamentado las "lamentables escenas de saqueos de propiedades públicas y privadas y destrucción de infraestructuras", que han provocado "la suspensión de servicios esenciales en KwaZulu-Natal, Gauteng y otras partes de Sudáfrica".
Así, ha recalcado que la incapacidad de restaurar el orden "podría tener graves impactos no sólo en el país, sino en la región", al tiempo que ha reiterado la "total e inamovible" solidaridad del organismo con el Gobierno y el pueblo de Sudáfrica.
Por último, Mahamat ha trasladado sus "profundas condolencias" a los familiares de las víctimas y ha deseado una "pronta y total recuperación" a lo heridos en el marco de los incidentes, que se han saldado hasta ahora con más de 70 muertos y más de 1.200 detenidos por parte de las fuerzas de seguridad.
Las principales provincias afectadas son Gauteng y KwaZulu-Natal, donde la Policía ha indicado que se están investigando 72 muertes, las cuales están relacionadas con estampidas por saqueos, explosiones y disparos en el marco de los disturbios.
Ante estos hechos, el Gobierno ha aprobado el despliegue de al menos 2.500 militares para hacer frente a las protestas y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha incidido en que hay "violencia oportunista". "No hay motivos, no hay causas políticas que puedan justificar la destrucción que hemos visto", ha lamentado.
El Tribunal Constitucional de Sudáfrica condenó a Zuma a 15 meses de cárcel por negarse a testificar ante un panel de jueces que está investigando los presuntos casos de corrupción en los que estuvo implicado durante sus nueve años de mandato al frente del país.
Zuma se convirtió así en el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica que es condenado a prisión desde que el Congreso Nacional Africano (ANC) --partido que encabezó entre 2007 y 2017, cuando fue apartado en un consejo interno por su vicepresidente, Ramaphosa-- se hizo con el poder en 1994.
La caída de Zuma tuvo lugar en medio de la indignación popular por el peso de la familia Gupta, de origen indio, en la economía y la política del país africano, acusaciones que fueron recogidas en un informe de la ex Defensora Pública sudafricana --figura equivalente al Defensor del Pueblo-- Thuli Madonsela titulado 'La captura del Estado'.