BRASILIA, 17 Jul. (Reuters/EP) -
El director ejecutivo de la compañía rusa Rosneft, Igor Sechin, ha denunciado este miércoles que las últimas sanciones impuestas pro Estados Unidos contra la empresa son ilegales, argumentando que no juega papel alguno en la crisis en Ucrania.
Sechin ha indicado que las sanciones dañarán a los accionistas de empresas y bancos estadounidenses que cooperan con Rosneft, si bien ha matizado que las mismas no afectarán a los proyectos que desarrolla actualmente con Exxon Mobil Corp.
El Gobierno de Estados Unidos ha ampliado este miércoles su lista de sanciones por la crisis ucraniana con la inclusión de separatistas del este de Ucrania y dirigentes rusos, entre ellos el vicepresidente de la Duma, Sergei Neverov, así como empresas como Gazprombank o Rosneft.
El Departamento del Tesoro norteamericano ha publicado una lista de sancionados que incluye, además de a Neverov, al ministro para Asuntos de Crimea, Oleg Savelyev, el asesor del Kremlin Igor Shchegolev, y el dirigente del Servicio Federal de Seguridad (FSB) Sergei Beseda.
También figura en esta lista el primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donestsk, Alexander Borodai. El Departamento del Tesoro limita la firma de cualquier contrato no sólo con Borodai, sino también con el Gobierno de esta región separatista y de la de Lugansk como instituciones.
La lista de "sanciones sectoriales" menciona a las entidades financieras Gazprombank --la tercera mayor del país-- y Vnesheconombank --utilizado como banco de desarrollo por el Gobierno ruso-- y las empresas energéticas Rosneft y Novatek. Los castigos, sin embargo, dejan fuera al gigante gasista Gazprom.
Por su parte, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho ha acordado suspender la cooperación económica y financiera con Rusia, incluyendo los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), como represalia por seguir desestabilizando el este de Ucrania.
Los líderes europeos han anunciado además que antes de que acabe julio ampliarán la lista de sanciones para añadir, por primera vez, a empresas rusas que colaboren en el conflicto en Ucrania. No obstante, las conclusiones aprobadas en el Consejo Europeo no mencionan ninguna empresa.