KIEV, 1 Mar. (Reuters/EP) -
Ucrania ha prohibido este martes a los miembros del Gobierno criticar publicamemte el trabajo de las instituciones del Estado y de sus compañeros, tras las declaraciones del pasado mes de exmiembros de la Administración que criticaban el lento progreso en la lucha contra la corrupción.
La ley de "lealtad" se incluye en el nuevo código ético que los funcionarios públicos deben seguir si no quieren enfrentarse a acciones disciplinarias, según precisa el decreto publicado en la web del Gobierno.
"El Gobierno ha decidido introducir estándares de conducta ética para los funcionarios para restaurar la fe pública en el trabajo de los cuerpos oficiales", señala el decreto. Además, los empleados del Gobierno deben "evitar las críticas públicas sobre el trabajo de las instituciones del Estado y sus funcionarios", según estipula el código junto a otras reglas que pretenden garantizar la transparencia y la integridad.
Esta medida del Gobierno ha recibido críticas por parte de algunos cargos públicos que han denunciado que esta prohibición es un golpe contra la libertad de expresión.
En una publicación de Facebook sobre el nuevo código de conducta, una jefe de departamento en el Ministerio de Economía, Olena Minitch, ha señalado que las nuevas reglas han sido "creadas apresuradamente y adoptadas rápidamente" después de las declaraciones del exministro de Economía, Aivaras Abromavicius, sobre las prácticas corruptas del Gobierno.
"El pequeño documento... sigue las mejores tradiciones del periodo comunista, más exactamente en las tradiciones de Stalin y Beria", ha añadido Minitch, refiriéndose al líder soviético Josef Stalin y a su jefe de Seguridad, Lavrenty Beria.
"Soy un funcionario público leal. Estoy emocionado con el trabajo de los cuerpos de seguridad y sus oficiales", ha dicho en Twitter el Embajador, Dmytro Kuleba, haciendo referencia a uno de los artículos de la prohibición.
La dimisión del ministro de Economía y del vicefiscal general del país el mes pasado, subrayaron el creciente malestar con el nuevo Gobierno pro-Occidente que llegó al poder tras las protestas de Euromaidan de finales de 2013 y principios de 2014, ya que consideran que no ha cumplido con sus promesas de acabar con la corrupción.
El pasado mes de febrero el Parlamento de Ucrania rechazó una moción de censura presentada contra el Gobierno de Arseni Yatseniuk. Sin embargo, el apoyo a la gestión del líder ucraniano ha disminuido notablemente desde que llegó a la Administración tras las protestas que expulsaron al anterior Gobierno prorruso. Además, la economía sigue estancada y el conflicto con los separatistas rusos no tiene un final a corto plazo.
La lentitud en la aplicación de las reformas y las disputas internas en la Administración también han retrasado la entrega del nuevo tramo de ayuda del Fondo Monetario Internacional, de 1.700 millones de dólares (alrededor de 1.515 millones de euros) y ponen en cuestión la capacidad de Yatseniuk para mantener el apoyo parlamentario que necesita para cumplir con las reformas prometidas.