LA VALETA, 12 Nov. (de la enviada especial de EUROPA PRESS Laura García Martínez) -
Los líderes de la Unión Europea contemplan celebrar en las próximas semanas una cumbre extraordinaria con Turquía para avanzar en la cooperación en el control del flujo migratorio, pero no han logrado concretar de qué modo contribuirán al fondo que Bruselas quiere dotar con 3.000 millones de euros para ayudar a las autoridades turcas a atender a los más de dos millones de refugiados que acoge el país.
Una vez que se forme el nuevo Gobierno turco, el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, enviará la invitación formal para celebrar una cumbre UE-Turquía en Bruselas, "a finales de noviembre o principios de diciembre", según han indicado en sendas ruedas de prensa la canciller alemana, Angel Merkel, y el presidente francés, François Hollande, al término de un almuerzo líderes de la UE en La Valeta.
El propio Tusk ha dicho que hay "un 99% de posibilidades" de que la cita sea a finales de noviembre y ha achacado la falta de fecha a cuestiones de "logística" y no a ningún tipo de "precondición" a Ankara.
Entre las fechas que se barajan, según fuentes europeas, es la del domingo 29 de noviembre, la víspera de que se inaugura en París la Conferencia de Naciones Unidas sobre Clima a la que ya se espera la comparecencia de numerosos jefes de Estado y de Gobierno.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha asegurado que las negociaciones van "a buen ritmo" y ha confiado en que la conclusión esté "cerca". Su vicepresidente primero, Frans Timmermans, ha acudido a La Valeta tras dos días en Ankara para informar de los avances.
Juncker ha propuesto a los Veintiocho crear un fondo "no para Turquía, sino para los refugiados sirios en Turquía", que esté dotado con 3.000 millones de euros para los ejercicios 2016 y 2017. Para lograrlo, la Comisión prevé aportar 500 millones de euros de las arcas comunitarias, para lo que espera enmendar los presupuestos en los próximos días.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha pedido a los Estados miembros que sean ellos los que desembolsen los 2.500 millones de euros restantes, a través de contribuciones bilaterales, pero plantea un marco legal específico para garantizar tanto la participación de los Estados miembros como para agilizar el desembolso de los fondos, según han explicado fuentes de su Gabinete.
La idea de Bruselas es usar como clave de reparto el PIB de cada país de la Unión Europea, lo que colocaría a España como quinto país contribuyente, con 191 millones de euros.
Sólo Alemania, con 534 millones de euros, Reino Unido, con 409,5 millones; Francia, con 386 millones e Italia, con 281, participarían con una contribución mayor que España en el fondo, si prospera esa fórmula de reparto.
Turquía asegura que ha invertido más de 6.000 millones de euros para atender a los refugiados sirios en su territorio y ha reclamado al bloque comunitario apoyo financiero, como contrapartida por estrechar la colaboración en materia migratoria, incluido la política de retorno y readmisión a la que se resiste Ankara.
El asunto se ha discutido en el almuerzo de líderes, pero no ha logrado el apoyo necesario para anunciar un acuerdo al término de la reunión. "Todos son conscientes de la necesidad, pero no se ha decidido nada por ahora", han explicado a Europa Press fuentes europeas. "Hay países a quiénes les gusta la idea, otros que tienen preguntas y otros que dudan", han añadido.
En su comparecencia con los medios, Hollande ha explicado que los líderes han apuntado una "horquilla" de lo que debería ser la dotación del fondo y que también han discutido "lo que puede aportar el presupuesto europeo y lo que deben aportar los Estados miembros".
"He solicitado que se cree un comité técnico que trate esta cuestión y que, en la medida de lo posible, lo haga en el marco del presupuesto comunitario", ha advertido.
La mayoría de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han dejado La Valeta con dirección a Turquía, para asistir a la reunión del G 20 que inicia este domingo. Tusk y Juncker prevén mantener allí un encuentro el lunes con presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
SCHENGEN EN JUEGO
Otra de las claves de la discusión de la cumbre extraordinaria en La Valeta ha sido el control de las fronteras tanto interiores como exteriores de la UE. Alemania, Austria, Alemania y, en las próximas horas Suecia, han reintroducido controles sistemáticos en sus lindes para contener el flujo de refugiados que llegan sin documentación.
"El futuro de (el espacio sin fronteras) Schengen está en juego y el tiempo corre", ha advertido Tusk, para quien cada semana los países de la UE toman decisiones que muestran la "gravedad" de la situación.
"La reintroducción de controles fronterizos o de barreras es una clara señal de que debemos recobrar el control de nuestras fronteras exteriores, no como única acción pero sí como la primera y más importante, como condición previa para una política europea de migración", ha añadido.
El presidente del Consejo, además, ha reiterado el aviso que ya lanzó Juncker hace semanas para pedir a los demandantes de asilo que cooperen y faciliten su identificación. "Debe quedar claro que sin registro no puede haber derechos. Si un migrante no coopera, debe haber consecuencias", ha zanjado.