BRUSELAS, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los negociadores del Consejo y del Parlamento Europeo han logado este jueves un acuerdo para reforzar las normas de transfusiones y trasplantes de tejidos de origen humano, para proteger mejor al donante pero también garantizar la capacidad de suministro dentro del bloque en casos transfronterizos.
La Comisión Europea planteó en julio del pasado año reforzar los criterios de seguridad y calidad que se aplican en los protocolos de trasfusiones, terapias, trasplantes o reproducción asistida, con el objetivo de favorecer la circulación transfronteriza de sangre, células y tejidos, apuntalar la confianza entre autoridades sanitarias e incentivar la innovación en el sector.
Las nuevas reglas, que necesitan aún el visto bueno de los Veintisiete y de la Eurocámara para ser ley, dejan claro que las donaciones de este tipo de tejidos deberán ser "voluntarias y no remuneradas", como cuestión de principio, por lo que los donantes no deberán recibir incentivos financieros para donar. Los donantes vivos podrán recibir una compensación o un reembolso según corresponda de conformidad con la legislación nacional.
"Una de las lecciones clave aprendidas durante la pandemia fue la importancia vital de una cooperación transfronteriza efectiva en cuestiones de salud", ha destacado la ministra de Sanidad, Mónica García, en calidad de presidencia de turno del Consejo de la UE.
Según los datos de Bruselas, se realizan al año 25 millones de transfusiones sanguíneas en el marco de intervenciones quirúrgicas y cuidados traumatológicos en toda la UE.
Entre los objetivos de la nueva norma figuran cubrir lagunas detectadas en los protocolos actuales y responder también a la voluntad de que la UE sea capaz de reunir los suministros necesarios en casos de crisis sanitarias, una necesidad puesta de manifiesto durante la pandemia de coronavirus.
Los criterios revisados afectarán a todos los productos de origen humano con la excepción de los órganos sólidos, lo que incluirá la leche materna y la microbiota.