BRUSELAS, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe negociador de la Unión Europea para el 'Brexit', el excomisario de Mercado Interior Michel Barnier, ha avisado este miércoles a quienes piden unas negociaciones rápidas para pactar la salida de Reino Unido que "el diablo está en los detalles" y que ahora empieza un proceso complejo, que requiere "unidad", certeza jurídica para los ciudadanos y unas conversaciones "ordenadas" que dejan el marco comercial para una segunda fase.
"La carta de (la primera ministra británica) Theresa May llama a un acuerdo rápido, pero el diablo está en los detalles", ha indicado Barnier en una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo, durante un debate en Estrasburgo (Francia) para fijar las 'líneas rojas' de los eurodiputados.
El jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, que ha acompañado a Barnier en la Eurocámara, ha abogado por unas negociaciones "amistosas y abiertas", en las que no haya espacio para "hostilidades", pero ha avisado de que la UE no será 'naif' en las conversaciones: "Es momento de que la razón se coloque por encima de la emoción".
Barnier ha expuesto tres "condiciones" esenciales sin las cuales cree que no será posible concluir con éxito los dos años de negociación previsto por el Tratado de la UE y que se resumen en "unidad, acabar con las incertidumbres y hacer las cosas de manera ordenada".
El excomisario, que será el negociador único de los 27 para hablar con Londres, ha recalcado la necesidad de "unidad" para avanzar con éxito en las conversaciones y ha insistido en que si se rompe el consenso del bloque también Reino Unido se verá perjudicado. "Si al final del camino la Unión está desunida, simplemente no habrá acuerdo", ha zanjado.
La segunda clave del proceso de divorcio será acabar cuanto antes con la "incertidumbre e inseguridad" de los europeos que viven en Reino Unido y de los británicos que residen en el resto de la UE. Por ello ha exigido "continuidad y reciprocidad" de los derechos de los ciudadanos, derechos que deberán ser garantizados sin discriminación". "Los estudiantes, trabajadores y pensionistas no deben pagar el precio del Brexit", ha añadido Juncker.
FRONTERAS
En materia de fronteras, sobre todo en Irlanda del Norte, la UE trabaja para que "no se ponga en riesgo el equilibrio actual", ha dicho Barnier, en una intervención durante la que no ha hecho referencia a la también polémica situación de Gibraltar.
En el marco de confianza, Barnier ha recordado una vez más al Gobierno británico que la salida de la UE tiene un coste y que para consumar la salida deberá antes cumplir con las obligaciones presupuestarias comprometidas con el bloque.
La tercera condición del bloque es asegurarse de que el divorcio se produce de manera "ordenada", lo que a juicio de los europeos pasa por cerrar la puerta a negociaciones "paralelas" para definir el futuro de las relaciones comerciales.
Barnier ha considerado "arriesgado" la petición de Londres de acordar el futuro al mismo tiempo que se resuelve las condiciones de salida y ha recordado que sí contemplan una "segunda fase" en la que dibujar la forma del futuro comercial, siempre que antes se haya construido la "confianza" suficiente para cerrar un principio de acuerdo sobre las condiciones primeras.
El negociador comunitario ha concluido su intervención reconociendo al Parlamento Europeo un papel clave en las negociaciones, pese a que no participará activamente en los contactos, y ha prometido un proceso "transparente". La Eurocámara tendrá la última palabra, ha apuntado, dado que deberá ratificar el acuerdo final para que sea efectivo.