BRUSELAS, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los Veintiocho y el Parlamento Europeo han llegado a un principio de acuerdo para crear un sistema de registro de entradas y salidas de ciudadano extracomunitarios -estén sujetos a visado o no para entrar al espacio Schengen en las fronteras externas de la Unión, con el objetivo de reforzar la lucha contra la inmigración irregular y mejorar la respuesta a la amenaza terrorista.
Ambas instituciones todavía tienen pendientes de cerrar algunas cuestiones técnicas y aspiran a finalizar el texto de las dos normativas -la propuesta para crear el sistema de registros de entradas y salidas y una modificación del Código de Fronteras Schengen- en los próximos días, algo necesario para permitir su aprobación formal por el Consejo y la Eurocámara.
El sistema, que también se registrarán los casos de denegación de entrada, agilizará los controles fronterizos y mejorará su calidad al permitir comprobar de forma automática el tiempo de estancia autorizado de cada viajero y la identificación sistemática y fiable de las personas que superan su periodo autorizado.
También contribuirá a reforzar la lucha contra el terrorismo y afianzar la seguridad interna al permitir a las autoridades policiales y judiciales acceder a los historiales de viaje.
"Nos permitirá gestionar mejor los flujos migratorios, en especial en los casos en los que se sobrepasa el periodo autorizado y mejorar nuestra respuesta a la actual amenaza terrorista", ha resumido el ministro del Interior y Seguridad Nacional maltés, Michael Farrugia, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE y ha negociado el principio de acuerdo con la Eurocámara en nombre de los Veintiocho. "El sistema de entrada y de salida es parte de los esfuerzos de la UE para reforzar el control de nuestras fronteras externas", ha recordado.
El sistema, consistente en una base de datos central que almacenará los datos y a su vez estará conectada a las bases de datos nacionales, registrará las entradas y salidas de los nacionales de terceros países autorizados a entrar, con independencia de si entran con visados o están exentos de él, durante un periodo de corta duración al espacio Schengen de 90 días dentro de un periodo de 180 y también registrará los casos de denegación de entrada.
La UE registrará la identidad y datos biométricos -facial y cuatro huellas dactilares-, así como sus documentos de viaje. Los datos de los ciudadanos extracomunitarios se almacenarán durante un periodo de cinco años a efectos de comprobar si las personas superan los periodos de estancia autorizada, por motivos de gestión fronteriza y tres años, para el resto.
Los datos estarán accesibles para las autoridades de control de fronteras, las competentes de los visados y las encargadas de comprobar si los extracomunitarios cumplen las condiciones de entrada o para autorizar su estancia, así como a las autoridades encargadas de prevenir, detectar e investigar delitos terroristas y crímenes graves y la agencia europea de cooperación policial (Europol), aunque cualquier acceso o procesamiento de los datos debe ser "proporcional y necesario" para llevar a cabo sus tareas.
Además, la normativa garantizará la interoperabilidad entre el sistema de registro de entradas y salidas y el Sistema de Información de Visados (VIS) para garantizar la eficacia y rapidez de los controles fronterizos en el caso de los extracomunitarios que sí requieren visado.