BRUSELAS 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea se ha comprometido este martes a ir más allá con la iniciativa internacional para lograr el alivio de la deuda de los países del Sahel, según ha señalado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
En el marco de su intervención en la Cumbre ampliada de los países del G5 Sahel en Chad, el dirigente comunitario ha puesto en valor los progresos hechos en el seno de la UE para construir un "consenso fuerte" en esa dirección, lo que sirvió para que en abril el Fondo Monetario Internacional aprobara subvenciones para aliviar la deuda de 25 países pobres, casi todos en África.
Sin embargo, Michel ha pedido ir "más allá" y continuar el debate y ver formas en las que la UE y la Unión Africana puedan estructurar su trabajo para lograr progresos en esta materia.
"Esto debe servir para dar mayor capacidad presupuestaria a los estados y, de esta forma, fortalecer su margen de maniobra en el terreno y dar más apoyo a las poblaciones de estos países", ha expuesto el ex primer ministro belga en un mensaje por videconferencia.
En todo caso, el presidente del Consejo Europeo ha puesto el énfasis en que la cooperación entre la UE y el Sahel se fije resultados concretos y mantenga el contacto político al más alto nivel como forma de abordar cualquier obstáculo.
"La UE está comprometida. Queremos trabajar para lograr más confianza y eficiencia. Conseguir una economía inclusiva y el desarrollo social porque es a través de varios pilares con los que cooperamos que podemos hacer progresos para dar más estabilidad y seguridad", ha señalado.
Michel ha reiterado así que los países del Sahel "pueden contar" con los socios europeos para "compromisos concretos" que consigan avanzar en favor de la paz, seguridad y desarrollo.
LUCHA CONTRA EL TERRORISMO
La cita ha reunido por videoconferencia a los líderes de la zona del Sahel con jefes de estado y de gobierno europeos, con el fin de mostrar el respaldo de la UE a los países que integran dicha organización --Mauritania, Burkina Faso, Níger, Chad y Malí--.
Buena parte del mensaje de Michel ha versado sobre el apoyo militar que ofrece la UE a una región que Bruselas considera de vital importancia para sus objetivos de seguridad y defensa, al ser una zona de especial incidencia de grupos yihadistas.
Según el presidente del Consejo Europeo el compromiso en materia de seguridad es "sólido", "duradero", multifacético" y "concreto". En este sentido ha puesto como ejemplo que 19 de los 27 estados miembro participan en la misión de la ONU en Mali, otros 22 forman parte de la operación de la EUTM en Mali y muchos participan en iniciativas para fortalecer la seguridad en la región saheliana.
Por su lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, uno de los países más implicado en la región, ha descartado reducir a corto plazo los efectivos de la misión militar en el Sahel, reconociendo que, pese a que ha estudiado dicha posibilidad tras las últimas bajas, ahora considera que sería un "error". De esta forma, Francia mantendrá los 5.100 uniformados con los que cuenta la operación Barkhane.
Igualmente, Francia quiere reforzar el papel de la fuerza conjunta Takuba, que reúne a nueve estados miembros integrados en la operación Barkhane. Esta alianza europea asesora, asiste y acompaña a las unidades de combate del Ejército maliense en la triple frontera de Burkina Faso, Malí y Níger, un territorio asediado por grupos armados.
La idea es que, en un futuro, los Ejércitos locales, reunidos en la fuerza conjunta G5-Sahel, puedan hacer frente a la situación de seguridad en estas zonas fronterizas, en las que ahora actúan tropas extranjeras. En este sentido, Chad se ha comprometido en el foro de esta semana a enviar 1.200 militares a la región.
Los jefes de Estado africanos han reclamado en una declaración conjunta al término de la cumbre una financiación "duradera y previsible" para que, llegado el caso, su misión conjunta pueda reunir los requisitos necesarios para pedir en el futuro un mandato a Naciones Unidas
Por su lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido que le preocupa que la amenaza terrorista en el Sahel se esté propagando hacia otros países de África Occidental, al tiempo que ha reiterado el compromiso de España tanto en el plano de la seguridad como del desarrollo de esta región. "La gravedad de la crisis sigue reclamando hoy más que nunca nuestro apoyo y solidaridad", ha subrayado.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, ha insistido en el apoyo militar de Bélgica a la región, el "primera área exterior" para la Defensa belga, pero ha pedido un "pacto político y de gobernanza" como instrumento para mejorar la situación en el terreno. "Al tiempo que saludamos los esfuerzos antiterroristas. Estamos igualmente de acuerdo en que no es suficiente para estabilizar el Sahel", ha remarcado.
Varias fuentes consultadas explican que la cuestión de la migración no ha formado parte del debate en la cumbre y tan solo fue mencionada someramente por algunos de los intervinientes. Esto pese a que algunos países europeos, caso de España, reclaman que la política migratoria vaya de la mano de las acciones de Defensa y Seguridad en el Magreb y el Sahel, en un intento de prevenir futuras crisis migratorias como la que sufrió Canarias a finales de 2020.