MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
La UE ha condenado este jueves "en los términos más enérgicos" las masacres de civiles cometidas en los últimos días en las provincias de República Democrática del Congo (RDC) en Ituri y Kivu del Norte y ha pedido a las autoridades locales que refuercen la seguridad de la población civil.
En un comunicado conjunto, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, y el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, han mostrado su preocupación por "la continuación de las actividades de los grupos armados acusados de crímenes de guerra y graves violaciones de los Derechos Humanos", así como contra "el derecho internacional humanitario en estas provincias".
En este contexto, han defendido que los autores de estos ataques "deben ser llevados ante la justicia por las autoridades", mientras que han renovado el compromiso de los Veintisiete de respetar el derecho internacional humanitario por todas las partes implicadas y han pedido a las autoridades congoleñas y a las fuerzas de seguridad implicadas que refuercen la protección de la población civil.
Además, han instado a que se aceleren y se implementen los esfuerzos para abordar las causas de la inseguridad y la inestabilidad en las provincias orientales de República Democrática del Congo.
Los representantes europeos también han hecho referencia a la última erupción del volcán Nyiragongo y a todos los que trabajan para hacer frente a sus consecuencias y para ayudar a las personas desplazadas, ya sea por la inseguridad persistente o por las catástrofes naturales, ha quien han trasladado "todo su apoyo.
Asimismo, han defendido que la seguridad de los trabajadores humanitarios y su libre acceso a las zonas afectadas son "condiciones esenciales para garantizar la protección y el apoyo a las poblaciones afectadas".
Las provincias de Ituri y Kivu del Norte han sido escenario de un repunte de los ataques por parte de grupos armados y las tensiones intercomunitarias. La milicia de las ADF, que mantiene supuestos lazos con el grupo yihadista Estado Islámico, actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona.