La UE dice que la condena contra Suu Kyi es un "claro intento" de excluir a líderes democráticos del diálogo en Birmania

MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea ha asegurado este jueves que la condena de tres años de cárcel contra la antigua líder 'de facto' del país Aung San Suu Kyi en un caso abierto contra ella por violar la Ley de Secretos Oficiales es "un claro intento" de excluir a los líderes elegidos democráticamente del proceso de diálogo nacional.

"Solo un diálogo genuino -- en el marco de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN)-- en el que participen ella, la Liga Nacional para la Democracia, el Gobierno de Unidad Nacional y la sociedad civil y otros en Birmania puede ofrecer alguna salida a la crisis actual", ha explicado en un comunicado la portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali.

En este sentido, la Unión Europea ha reiterado su "llamamiento urgente" a la liberación "inmediata e incondicional" de "todos" los presos políticos, así como de "todos los detenidos arbitrariamente" desde el golpe de Estado.

Junto a ella, fueron condenados, además, tres exministros y el economista australiano Sean Turnell, acusado de haber tenido acceso a información financiera secreta cuando era asesor de Suu Kyi. Los acusados fueron condenados en el marco de la legislación, que criminaliza la posesión o difusión de información estatal que "pueda ser utilizada directa o indirectamente por un enemigo".

Suu Kyi, por su parte, ya fue condenada en enero a cuatro años de cárcel por la supuesta posesión de walkie-talkies importados de forma ilegal, una sentencia que se sumaba a los dos años de prisión impuestos previamente contra ella por violar las restricciones impuestas a causa de la pandemia durante su campaña electoral en 2020, en línea con la Ley de Gestión de Desastres Naturales.

Los diputados de su formación, la Liga Nacional para la Democracia (NLD), tomaron posesión a pesar del golpe de Estado de febrero de 2021 en una ceremonia informal y reeligieron a Suu Kyi para un segundo mandato a pesar de que había sido detenida junto a otros altos cargos, como el entonces presidente del país, Win Myint.

El golpe se vio seguido por una dura campaña de represión contra opositores, activistas y manifestantes que se ha saldado hasta la fecha con unos 2.324 muertos y más de 15.500 detenidos, según datos publicados por la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP). Por el momento, 3.121 personas han sido puestas en libertad.