MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea (UE) y el Gobierno de Estados Unidos han afirmado este domingo que Macedonia no ha creado las condiciones necesarias para que las elecciones previstas para el 24 de abril sean justas y libres.
Los embajadores de la UE y Estados Unidos en el país europeo, Aivo Orav y Jess Bradley, respectivamente, han subrayado que la elección de la nueva fecha electoral deberá ser decidida por los partidos políticos macedonios.
"El trabajo de la comisión electoral y los estudios de todos los expertos relevantes indican que, en estos momentos, no existen las condiciones necesarias para organizar unas elecciones creíbles el 24 de abril, si bien se han logrado algunos avances", han dicho.
"Así, no se han alcanzado acuerdos sobre las reformas en los medios de comunicación. Estamos preocupados también por los informes preliminares sobre presiones e intimidaciones a los votantes", han apuntado, según ha recogido el diario local 'Independent'.
En su comunicado, han recalcado que las elecciones anticipadas "son un paso clave en el proceso de reforma que restaurará la fe de los ciudadanos en los procesos electorales", agregando que "este propósito estratégico es más válido que nunca".
El Parlamento macedonio fue disuelto el 24 de enero después de que el primer ministro, Nikola Gruevski, presentara su dimisión, tras meses envuelto en un escándalo por presuntas escuchas ilegales.
Después de estar casi una década en el poder, el Gobierno de Gruevski fue acusado en 2015 de espionaje ilegal, de influir en los medios de comunicación y en el sistema judicial, de amañar las elecciones y de conceder puestos de trabajo del sector público a miembros de su partido.
Las acusaciones surgieron a raíz de la publicación por parte de la oposición, los socialdemócratas, de una serie de grabaciones ilegales en las que supuestamente se escuchaba la voz del primer ministro. Gruevski negó estas acusaciones y les acusó de conspirar contra él.
Los críticos de Gruevski le acusan de dirigir un Gobierno cada vez más autoritario que ha pulido el nacionalismo entre los macedonios ante la ausencia de cualquier progreso en la adhesión a la Unión Europea o a la OTAN, un proceso que ha sido detenido por la disputa que mantienen con Grecia sobre el nombre de Macedonia.