BRUSELAS, 3 May. (EUROPA PRESS) - Londres quiere que los ciudadanos de la UE en el país mantengan derechos similares a actuales La Unión Europea exigirá a Londres que mantenga "de por vida" los derechos de los ciudadanos europeos que hayan residido, residan o vayan a residir en Reino Unido hasta la fecha en que el país abandone el bloque comunitario. "Nuestro objetivo es claro, esos hombres y mujeres deben de poder seguir viviendo como hasta ahora y durante toda su vida", ha afirmado el jefe negociador de la Unión Europea, el excomisario de Mercado Interior Michel Barnier, en una rueda de prensa en Bruselas. La Comisión Europea ha presentado este miércoles el mandato detallado de la posición negociadora de la Unión Europea, un borrador que necesitará aún el visto bueno de los Estados miembros para ser ratificado y que se limita a las condiciones de la primera fase de negociación. Barnier ha explicado que la UE reclama estas garantías para "todos" los ciudadanos afectados por la "incertidumbre creada" por Reino Unido con su decisión de abandonar el club comunitario, lo que incluye a los aproximadamente 4,5 millones de ciudadanos europeos y británicos afectados a uno y otro lado del Canal de La Mancha. Además, ha aclarado que no sólo exigirán que se respeten los derechos de residencia, sino que también reclaman garantías en áreas como la educación, la sanidad y el reconocimiento de titulaciones; derechos todos ellos protegidos por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE). "Como negociador, me concentraré en los hechos, las cifras, la ley y las soluciones, no me guiaré por la emoción ni la hostilidad", ha declarado Barnier en una rueda de prensa en Bruselas, en la que ha apostado por resolver "con calma y sin dramas" las cuestiones más urgentes para avanzar en el proceso de desconexión. Barnier ha querido también rebajar la tensión de los últimos días después de que se filtrara a la prensa el descontento y frustración de la parte europea tras la cena entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la 'premier' Theresa May. El excomisario, que también asistió al encuentro en Londres, ha recalcado la complejidad técnica y jurídica de los asuntos que deben ser negociados y ha avisado de que "no dicen la verdad" quienes sostienen que el 'Brexit' no tendrá consecuencias. En cualquier caso, Barnier ha apelado a la cordialidad y se ha comprometido a buscar el consenso, para lo que se ha referido a la pasión compartida por él y May por el mundo de la montaña: "Aprendemos a poner un pie delante del otro, porque el camino puede ser escarpado; aprendemos a prestar atención a los accidentes del terreno; aprendemos a conservar el aliento, porque el camino es largo y siempre hay que mirar a la cumbre". El mandato es el desarrollo técnico de la posición política fijada el pasado sábado por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea a Veintisiete, en la que los derechos de los ciudadanos europeos en suelo británico y la factura que deberá asumir Reino Unido antes de su marcha son las prioridades del bloque. Sobre la factura, el mandato apunta las claves para pactar con Londres la "metodología" de cálculo a partir de las partidas que deberá cubrir, pero no ofrece ninguna cifra del monto que podría abarcar. Bruselas estima que la cuenta podría ascender a al menos 60.000 millones de euros, aunque no es un dato recogido formalmente en ningún documento. "No es un castigo, ni se trata de una factura por el 'Brexit', son compromisos adquiridos en el pasado, es una cuestión de responsabilidad", ha subrayado Barnier, tras asegurar "no entender" la negativa de Londres a asumir un coste en su retirada y negarse a ofrecer una cifra clara. En este sentido, el negociador designado por la UE para los contactos con el Gobierno de Theresa May ha recordado que Reino Unido, como Estado miembro, ha suscrito compromisos presupuestarios en un amplio abanico de proyectos y acuerdos a largo plazo, desde acciones con el Banco Europeo de Inversiones hasta en las relaciones con Turquía o Ucrania. "Deben saldar la cuenta, si no será un asunto que podría explotar, si nos viéramos obligados a suspender programas", ha insistido el excomisario francés. En los meses de negociación se tratará de pactar la "metodología" de cálculo, lo que incluirá el detalle de los pagos comprometidos que se incluirán -"la vida sigue en la UE y se seguirán asumiendo compromisos", ha advertido Barnier-- y el calendario para "saldar la cuenta". Los Veintisiete plantean una negociación gradual para no abordar la discusión sobre la forma que deberá tener el marco de las relaciones futuras hasta que no se den "avances sustanciales" en la primera fase, centrada en el estatus de los ciudadanos, el coste del divorcio y aclarar la situación de la frontera en el Úlster. Esa es una de las razones por las que en el documento de Barnier no aparece ninguna mención a la situación de Gibraltar, pese a que las 'líneas rojas' de los líderes europeos sí recogieron el derecho de España a vetar cualquier entendimiento posterior al 'Brexit' que pueda afectar a la relación de la UE con este territorio. "No hay razón para mencionarlo, porque forma parte de las relaciones futuras y este mandato se limita a la primera fase del proceso de salida", han explicado a Europa Press fuentes comunitarias. La propuesta de Barnier es aún un borrador que puede ser modificado en próximas reuniones técnicas a Veintisiete, aunque el objetivo es que la versión definitiva sea adoptada por los ministros europeos de Exteriores en una reunión ordinaria el próximo 22 de mayo. A partir de entonces, la Unión Europea tendrá el instrumento legal para que Bruselas negocie en su nombre las condiciones del divorcio con Londres, aunque no abrirá las conservaciones hasta después de las elecciones en Reino Unido el 8 de junio.