Las líneas rojas mantienen que ningún acuerdo se aplicará a Gibraltar sin el visto bueno de España
BRUSELAS, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea a 27 acaba de iniciar sus discusiones para preparar un eventual pase a la segunda fase de las negociaciones con Reino Unido --las que permitirán dibujar el marco futuro de las relaciones y prever un periodo de transición--, pero lo hará "sin urgencia" si Londres no da de aquí a finales de noviembre los pasos necesarios para pactar la factura de salida y los derechos de los ciudadanos comunitarios.
Los Estados miembros han fijado un calendario para preparar a nivel interno y técnico las directrices de negociación en lo que queda de mes, de modo que el debate político se pudiera iniciar a finales de noviembre y hubiera un borrador de mandato listo para la cumbre de diciembre.
Sin embargo, ese programa no se cumplirá "si no hay avances suficientes" en las próximas tres semanas, habida cuenta de que el 29 de noviembre es la fecha que se han dado para escribir ese posible borrador.
"Se crea una ventana de posibilidades bastante limitada porque exige grandes avances en apenas unas semanas", ha indicado una fuente europea familiarizada con la discusión, que ha apuntado que "a todos les preocupa el tiempo" que queda.
Los 27 tuvieron una primera reflexión el miércoles en Bruselas sobre el calendario y lo que deberá incluir el futuro mandato, una discusión que sirvió también para constatar la disposición de la UE a avanzar, pero dejando claro que no tienen la "urgencia" que ha expresado Londres por abrir la segunda fase, según han explicado fuentes diplomáticas a Europa Press.
Los tiempos preocupan a todos y así lo ha reiterado este mismo jueves el negociador de la Unión Europea para la salida de Reino Unido, Michel Barnier, quien horas antes de sumarse a la última ronda de negociaciones ha dicho desde Roma que "el tiempo corre" y "se acerca el momento de aclarar realmente" la situación.
Los equipos negociadores se reúnen ya en Bruselas en una breve ronda de día y medio en la que no se esperan progresos de calado, a pesar de que es la única programada por el momento.
DIRECTRICES PARA EL FUTURO
Por el momento se trata de una discusión preliminar sobre los asuntos que deben quedar cubiertos por las futuras directrices, tal y como se hizo al acotar el mandato para que Barnier negociara la primera fase, y también el periodo transitorio necesario para que las partes se adapten a la desconexión.
En este sentido, el objetivo es que el mandato para la segunda etapa se haga eco de las líneas rojas que se marcaron en las primeras directrices de abril de 2017, incluida la referencia a que "ningún" acuerdo entre la UE y Reino Unido se podrá aplicar al territorio de Gibraltar sin el consentimiento de España.
Un elemento que se recuerda en el primer documento de trabajo y sobre el que la delegación española incidió el miércoles para que se mantenga en todo papel posterior "sin cambios", han explicado fuentes europeas.
En el caso de la transición, los 27 apuntan en su primer documento de trabajo que debe ser un periodo "claramente definido y limitado en el tiempo" y estar sujeto a mecanismos claros de aplicación. No ponen número al periodo, pero recuerdan que el Gobierno de Theresa May quiere acordar dos años.
En cuanto a las relacione futuras, la UE a 27 aspira a un acuerdo "ambicioso y equilibrado" en materia comercial, que sólo podrá cerrarse una vez se produzca el divorcio y que en ningún caso contemplará un acceso parcial al mercado único.
Además aboga por establecer "salvaguardas" contra el riesgo de una competencia desleal desde Reino Unido, para evitar que pudiera relajar las reglas que afectan a fiscalidad, medio ambiente o medidas sociales al convertirse en país tercero.
El bloque también apunta el interés de que los vínculos del futuro no se limiten únicamente a la relación comercial, sino que declara su disposición a establecer alianzas en asuntos clave como la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, la seguridad y defensa y política exterior.