LA VALETA, 26 Ene. (Reuters/EP) -
Las autoridades europeas han anunciado que ofrecerán el apoyo necesario a las organizaciones humanitarias en África y financiarán los campos de refugiados establecidos en la zona para evitar que los inmigrantes crucen el Mediterráneo.
"La idea es enviarlos a un lugar seguro sin traerlos a Europa", ha indicado el ministro del Interior alemán, Thomas de Maiziere. "Debemos salvarlos de los traficantes y decidir cuáles de ellos necesitan realmente protección", ha añadido.
Varios grupos de defensa de los Derechos Humanos han denunciado que las personas que se trasladan de Libia a Italia, una de las principales rutas para llegar a Europa, son víctimas de la trata de personas.
La Unión Europea, que pretende devolver a los inmigrantes interceptados a sus lugares de origen, ha instruido a la guardia costera libia para frenar a los inmigrantes antes de que abandonen el país para llegar a Europa.
Las autoridades europeas han informado de que los campos de refugiados dispuestos en África serán gestionados principalmente por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ha alertado de que más de 4.500 personas se ahogaron el año pasado en el Mediterráneo.
La agencia también contará con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que supervisará a los inmigrantes y ayudará a aquellos que no puedan solicitar asilo a regresar a sus países de origen.
Desde que se produjo la llegada de millones de inmigrantes en 2015, el bloque comunitario ha reforzado los controles fronterizos y ha ofrecido una retribución económica a aquellos países que se encuentren en las principales rutas recorridas por los inmigrantes.
La idea de financiar los campos de refugiados africanos cuenta con el apoyo político de los países miembros de la Unión Europea, pero implica una serie de desafíos legales. La devolución de los inmigrantes podría suponer una violación del derecho internacional, que prohíbe trasladarlos a lugares donde se encuentren desprotegidos.
Varios diputados europeos han señalado que se trata de un plan inhumano, cínico e inaceptable. "Así sólo conseguiremos que haya más refugiados bloqueados en el norte de África, donde corren el riesgo de ser torturados o maltratados", ha manifestado la eurodiputada alemana Cornelia Ernst.