MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El representante especial de la Unión Europea (UE) para el Sahel, Ángel Losada Fernández, ha subrayado que el Sahel hace frente a "una tormenta perfecta" a la que hacen frente la región y los países que lo integran, al tiempo que ha manifestado que esta zona del continente africano es parte de un "polígono de crisis".
Losada Fernández ha dicho durante un acto organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) que el Sahel hace frente a muchas crisis "al mismo tiempo", entre ellas las de seguridad, economía, demografía, situación humanitaria, migraciones y radicalización", si bien ha hecho hincapié en que la más relevante es la de gobernanza.
"Lo que ha pasado en Malí nos muestra perfectamente que es una crisis de gobernanza", ha manifestado, en referencia a la situación que atraviesa el país, sacudido por el deterioro de la seguridad y que en agosto fue escenario de un golpe de Estado que sacó del poder al entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita.
Asimismo, ha apuntado que existe "un problema en la lucha contra la impunidad y con los Derechos Humanos", lo que "muestra lo débiles que son muchos de estos estados y lo difícil que es para ellos hacer frente a todos los problemas que sufren".
"Esta falta de gobernanza no es sólo entre los líderes y la población, sino también desde el punto de vista territorial, dada la incapacidad del Estado para gobernar estos países (...), que son muy grandes", ha explicado. "Un vacío del Estado es oxígeno para los terroristas", ha puntualizado.
Losada Fernández ha destacado la importancia de la "crisis demográfica" en la región, especialmente debido a que la crisis climática está provocando "que haya más gente en menos tierras por el avance del desierto", lo que cataliza unos enfrentamientos intercomunitarios "acentuados por grupos externos que se aprovechan de ellos".
Así, ha explicado que esto provoca una crisis migratoria, si bien ha dicho que "no hay que olvidar" que "el 90 por ciento" de esta migración se produce dentro de África y no hacia los países del norte, en dirección a Europa.
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Por otra parte, ha apostado por "renovar la estrategia" sobre los conceptos de "propiedad" y "coordinación" para "no fracasar". "La situación puede hacer que pueda decirse que se ha fracasado, pero no totalmente", ha argüido.
Losada Fernández ha indicado que "no puede haber paz en el Sahel sin paz en Malí", por lo que ha defendido que el acuerdo de paz de 2015 "es fundamental". Sin embargo, ha sostenido que se ha puesto en marcha "muy, muy lentamente" y ha recordado que "no hay un 'plan B'".
El representante de la UE ha mostrado su "esperanza" de que la situación reciba un impulso con el Gobierno de transición, dado que el presidente y el vicepresidente tienen pasado militar y que cuatro ministros son miembros de grupos rebeldes. "No hay excusas", ha puntualizado.
Por último, ha pedido ver el Sahel como "un polígono de oportunidad y cooperación" y ha abogado por coordinar mejor las estructuras que operan en la región, entre ellas la UE, Francia, Estados Unidos, Naciones Unidas, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y el G5 Sahel.
DEJAR DE LADO LA COMPETICIÓN
En esta línea se ha expresado el secretario ejecutivo del G5 Sahel, Maman Sidikou, quien ha dicho que "los socios deben cooperar, en lugar de competir". "Puede ser un problema si no hay más cooperación entre los socios", ha argüido.
"Intentar coordinar la intervención tiene unos elevados costes", ha señalado. "No podemos permitirnos la competición entre los socios si queremos marcar la diferencia en las vidas de la población del Sahel", ha apuntado durante el acto organizado por el CSIS.
Así, ha dicho que "los verdaderos desafíos a la paz y la seguridad en el Sahel son externos e internos". "Necesitamos un ambiente estable. Desafortunadamente por nosotros, la situación en Libia sigue siendo una preocupación para los estados miembro del G5 Sahel", ha añadido.
Ministerio de Defensa de Francia
Sidikou ha hecho hincapié en que "el contenido local importa" y ha coincidido con Losada Fernández en que "la legitimidad es clave". "Hay que garantizar que los ciudadanos del Sahel ven cómo los dirigentes marcan la diferencia", ha agregado.
"Tenemos que mejorar la forma en la que trabajamos (...) y ser capaces de presentar nuestros logros. La percepción y las perspectivas importan. La comunicación es clave, no la propaganda", ha señalado, al tiempo que ha defendido que "la confianza sólo se gana a través de pasos tangibles".
En este sentido, ha argumentado que "un hombre hambriento es un hombre enfadado" y ha incidido en la necesidad de que las autoridades "cubran las necesidades básicas de la población" y en "cambiar el paradigma hacia lo tangible".
LA "ENFERMEDAD" DE LA FALTA DE LEGITIMIDAD
El enviado especial de Estados Unidos para la región, Peter Pham, se ha mostrado de acuerdo en la necesidad de una "mayor coordinación", tanto en el seno del Gobierno estadounidense como entre Washington y los socios extranjeros en el Sahel.
"Nuestro objetivo son estados africanos capaces y con voluntad de hacer frente a los problemas de inseguridad y los catalizadores subyacentes de esta inseguridad para evitar la propagación de la violencia en la región", ha dicho.
"La crisis en la región no es una de seguridad. La inseguridad es un síntoma de la enfermedad subyacente, que es una de legitimidad estatal. Del contrato entre los que gobiernan y los gobernados, de los servicios, de la inclusión de los ciudadanos y poblaciones, especialmente de las que están en las periferias de estos países", ha argüido.
En este sentido, ha argumentado que la diversificación de programas en la región "no es mala", si bien ha manifestado que "la multiplicación de estructuras no implica más resultados sobre el terreno", por lo que ha pedido unas "relaciones impulsadas a nivel nacional y local".
Estado Mayor del Ejército de Burkina Faso
Pham ha puesto como ejemplo la 'hoja de ruta' de transición en Malí a raíz de la unidad mostrada por los organismos internacionales, incluida la CEDEAO y el G5 Sahel. Asimismo, ha dicho que, si bien las elecciones son el objetivo de este proceso, "no son un talismán", por lo que ha pedido "abordar los problemas existentes por el camino".
EXPANSIÓN DE LA AMENAZA EN EL CONTINENTE
La ministra de Defensa de Francia, Florence Parly, que ha participado a través de un mensaje grabado, ha dicho que "un paso a favor de la paz en el Sahel es un paso hacia la seguridad en Europa" y ha reconocido que la "primera preocupación" son las organizaciones extremistas como el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la rama de Al Qaeda en Malí, Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS) y Boko Haram.
"Estos grupos amenazan directamente la democracia y los Derechos Humanos", ha indicado, antes de resaltar que "el cinturón de inseguridad se está desarrollando de África del norte al golfo de Guinea, con el riesgo de que la amenaza se expanda a todas las zonas de África occidental y central".
Parly ha defendido la necesidad de "seguir de cerca" la transición en Malí. "Debemos asegurarnos de forma colectiva de que Malí está en el camino correcto al orden constitucional y a unas elecciones libres y justas. Sin estabilidad política y autoridades estatales fuertes y capaces de restaurar la confianza y el desarrollo en su territorio, no puede haber una paz duradera", ha argumentado.
"La única solución para erradicar el terrorismo en el Sahel es trabajar juntos y aplicar una respuesta global que vincule el desarrollo y la seguridad", ha señalado, antes de hacer hincapié en la necesidad de "coordinar estas acciones".
Por último, ha destacado que "se avanza, paso a paso". "Podemos estar orgullosos de lo logrado hasta ahora", ha señalado. "La lucha debe continuar. Podemos tener éxito. La paz y la estabilidad en el Sahel está lejos, pero creo que estamos en el camino correcto", ha zanjado.