BRUSELAS, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea ha instado este jueves a Bosnia y Herzegovina a dar pasos en la reconciliación nacional y superar el legado de la guerra de la mano de la UE, después de la polémica generada por la petición del primer ministro serbobosnio, Mirolad Dodik, de cerrar la Oficina del Alto Representante, una figura contemplada en los acuerdos de Dayton de 1995 para supervisar la paz en el país.
En un encuentro en Bruselas con el ministro de Exteriores bosnio, Bisera Turkovic, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, ha subrayado la importancia de pasar página y avanzar "de Dayton a Bruselas". "La UE apoya la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de Bosnia Herzegovina", ha subrayado el Alto Representante, según ha informado un comunicado de su oficina.
Este mensaje llega después de la controversia suscitada por los ataques de Dodik contra la institución del Alto Representante en Bosnia, asegurando que ha actuado en contra de la República de Srpska y favoreciendo a la comunidad musulmana. "Veintiséis años después de la guerra estamos viviendo bajo un protectorado. La mayoría de los problemas con los que lidiamos provienen de las acciones de los Altos Representantes y de la comunidad internacional", afeó.
Durante la reunión, el jefe de la diplomacia europea ha aprovechado para insistir en la senda de reformas en Bosnia, pidiendo que aproveche el presente año, sin elecciones en el horizonte, para dar un empujón a la hoja de ruta de 14 prioridades para avanzar en el camino europeo. Borrell ha acogido positivamente los pasos dados por Sarajevo en la agenda de reformas y reiterado el respaldo de la UE a la senda europea de Bosnia, ha añadido el comunicado.
Entre otros temas, Borrell ha recalcado la importancia de establecer un sistema de gestión de migrantes y de asilo sostenible, tras la grave crisis acontecida a principios de año en Bosnia, donde miles de refugiados quedaron a la intemperie en un campamento en el cantón de Una Sana.
También han pasado revista al apoyo de la UE a la región de los Balcanes, a través del programa de 70 millones para la recuperación económica de la zona tras la pandemia del coronavirus, y la aportación europea al mecanismo COVAX, diseñado por la OMS para facilitar el acceso de los países pobres a la vacuna.