BRUSELAS, 18 Mar. (EUROPA PRESS) - "Era la única opción, no había alternativa. A los que nos critican, que ofrezcan algo mejor. No lo hay", ha aseverado Davutoglu, en una rueda de prensa final acompañado por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y por el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker. El mandatario turco ha celebrado el acuerdo como la marca de un "día histórico" en el acercamiento entre la Unión Europea y su país, del que ha dicho que dará todas las garantías y apoyo a los refugiados. "Nuestras instalaciones están abiertas para todos", ha añadido. El texto asegura un "trato individual" de cada demanda de asilo presentada en territorio heleno y una referencia "expresa" a que no habrá ni "expulsiones colectivas", ni devoluciones en caliente. Para compensar el esfuerzo de retorno, la Unión Europea pondrá en marcha un plan para trasladar a suelo comunitario a tantos refugiados sirios desde Turquía como demandantes de asilo de esta nacionalidad sean deportados. Para ello, los estados miembros prevén hacer uso de un máximo de 72.000 plazas comprometidas en programas de reubicación europeos, por lo que el texto advierte de que, si se excede ese techo, entonces el sistema "uno por uno" será "suspendido". El objetivo es presionar a Turquía para asegurar que refuerza el control de su frontera y contiene el paso de inmigrantes hasta reducirlo "a cero o casi cero", según admiten funcionarios europeos. Pese a las dudas iniciales sobre la conveniencia de fijar una fecha para la entrada en vigor del programa de deportaciones, por temor a crear un efecto llamada o a precipitar un modelo ineficaz, finalmente los líderes han acordado que todos los inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia a partir del 20 de marzo serán retornados a Turquía. Su aplicación se realizará de manera "progresiva". A cambio, la Unión Europea se compromete a reactivar las negociaciones de adhesión, incluido con la apertura del capítulo sobre cuestiones de presupuesto (número 33) antes de que concluya la Presidencia holandesa de la UE, es decir, el 30 de junio de este año a más tardar. Se concede así un gesto a Ankara, aunque no se llega a cumplir con las aspiraciones turcas iniciales de activar cinco capítulos, incluidos varios de los que bloquea Chipre por la negativa de Turquía a reconocerlo como país. También se recalca el compromiso europeo de acompañar financieramente a Turquía en la asistencia a los refugiados y dejar la puerta abierta a sumar 3.000 millones de euros adicionales a la ayuda, siempre que se agoten de manera efectiva los 3.000 millones prometidos inicialmente. Los europeos son conscientes del malestar de Ankara por la "lentitud" con la que se está desembolsando la ayuda --se han liberado 95 de los 3.000 millones de euros--, por lo que el acuerdo recoge el objetivo de definir en el plazo de una semana una lista de proyectos en áreas como la educación y sanidad para recibir la financiación. En cuanto a la liberalización de visados para los turistas turcos, el acuerdo sigue la línea marcada en las negociaciones de las últimas semanas en cuanto al compromiso de avanzar hacia el fin de esta exigencia de aquí a junio. Los 28, en cualquier caso, dejan claro que la 'hoja de ruta' no se alterará en cuanto a que el Gobierno turco deberá cumplir los 72 criterios establecidos. Juncker ha anunciado que nombrará un coordinador europeo para seguir el plan operativo desde Grecia, desde donde coordinará los esfuerzos y organizará la labor de los cerca de 4.000 efectivos que estiman que serán necesarios para llevar a cabo la tarea. Participarán expertos de Frontex, la Agencia europea para el Asilo (EASO) y Grecia, incluidos intérpretes, jueces, funcionarios de asilo y agentes de seguridad.