Actualizado: sábado, 23 junio 2007 12:31

BRUSELAS, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete lograron hoy poner fin a la crisis que vive la Unión Europea desde hace dos años como consecuencia del 'no' de Francia y Países Bajos a la Constitución Europea gracias al acuerdo 'in extremis' sobre el mandato para redactar un nuevo Tratado simplificado que, a juicio de los líderes europeos, pondrá fin a la actual etapa de bloqueo y dará a la UE la capacidad de actuar.

La canciller alemana y presidenta de turno del Consejo, Ángela Merkel, se felicitó del compromiso porque a su juicio permite salir de la actual "fase de estancamiento y reflexión" y supone un "progreso claro" para la Unión Europea ya que le dará una "mayor capacidad de actuar". En el mismo sentido se expresó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, o el primer ministro británico, Tony Blair, que destacó que el acuerdo permite a la UE centrarse en "los problemas que preocupan a los ciudadanos europeos", como la economía, el terrorismo, la emigración, la defensa o el cambio climático.

El primer ministro portugués, José Sócrates, que asumirá la presidencia de la UE durante la segunda mitad del año, anunció su intención de lanzar una conferencia intergubernamental (CIG) para acabar la redacción del texto los días 23 y 24 de julio, coincidiendo con la reunión de ministros de Asuntos Exteriores. El nuevo Tratado simplificado deberá estar listo para la cumbre informal de Lisboa que se celebrará el 18 de octubre, para firmarse antes de final de año. A continuación se iniciará el proceso de ratificaciones con el objetivo de que el texto entre en vigor a tiempo para las elecciones europeas de la primavera de 2009.

El compromiso fue posible tras unas maratonianas y complejas negociaciones que se prolongaron desde la noche del jueves hasta las 4:30 de la madrugada del viernes al sábado y que estuvieron a punto de romperse en varias ocasiones. La táctica negociadora que utilizó la canciller alemana fue la de ir aislando progresivamente a Polonia con concesiones al resto de países escépticos, Países Bajos, Reino Unido y República Checa.

Tras el almuerzo del viernes ya sólo quedaba la oposición de Polonia y a media tarde parecía haberse alcanzado un principio de acuerdo gracias al papel mediador de Francia y Lituania. Pero el presidente Lech Kaczynski consultó con el primer ministro Jaroslaw Kaczynski, su hermano gemelo que se había quedado en Varsovia, y rechazó el compromiso. Merkel amenazó durante la cena con convocar la CIG sin el acuerdo de Polonia pero la sangre no llegó al río y, gracias de nuevo a la intervención de Sarkozy, se logró que los Kaczynski cedieran al filo de la medianoche. Las batallas de última hora retrasaron el acuerdo final a altas horas de la madrugada.

En la rueda de prensa final, Merkel subrayó que el nuevo Tratado simplificado ha mantenido "en gran medida" el "fondo" de la fallida Constitución Europea, aunque se modifica el "formato". "Hemos renunciado a todo lo que hacía pensar en un Estado, por ejemplo la bandera o el himno. Imagino que la bandera seguirá ondeando y que el himno se interpretará, pero no estarán cubiertos por el Tratado", dijo. Admitió que muchos países no quieren someter el texto al referéndum y eso "ha influido" en la redacción, aunque se mostró convencida de que podrá sobrevivir a consultas populares como la de Irlanda.

La canciller destacó finalmente que el hecho de que se haya logrado un acuerdo sobre el nuevo Tratado "abre la vía a la adhesión" de nuevos Estados miembros, como Croacia, ya que hasta ahora la UE "estaba limitada a 27 Estados miembros". En el mismo sentido se expresó el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que dijo que "sin el nuevo Tratado no se podría proseguir con la ampliación porque algunos Estados se opondrían".

PÍLDORA AMARGA

Por su parte, el presidente polaco aseguró que el acuerdo sobre el nuevo Tratado simplificado fortalece la posición de su país en la UE. "La posición de Polonia definitivamente es más fuerte con este sistema", dijo en alusión al método que finalmente se alcanzó sobre la votación por mayoría en el Consejo. "Estoy muy contento, no tuvimos que tragar ninguna píldora amarga", se felicitó.

Para el primer ministro británico, Tony Blair, lo más importante es que el acuerdo permite a la UE pasar página y centrarse en "los problemas que preocupan a los ciudadanos europeos", como "la economía, el crimen organizado, el terrorismo, la defensa, la inmigración, el cambio climático o el medio ambiente", ya que podrá actuar "de manera más efectiva".

Por su parte, el nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, destacó que a partir de ahora la competencia no será "un objetivo en sí mismo" de la Unión Europea, sino "un medio al servicio del mercado interior". Además, subrayó que "por primera vez" se ha afirmado que la Unión "debe contribuir a asegurar la protección de los ciudadanos". "La palabra protección ya no es un tabú", dijo.

A juicio del primer ministro italiano, Romano Prodi, "se cierra un periodo de luto que duraba ya dos años, se ha concluido la crisis del proceso constitucional y se puede empezar de nuevo".