BRUSELAS, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea, la ONU, la Unión Africana y la Liga Árabe han celebrado este martes el reciente encuentro entre el primer ministro libio, Fayez al Serraj, y el general Jalifa Haftar, al frente de las fuerzas militares en el este del país, los pasados 2 y 3 de mayo en Abu Dhabi y han urgido a las diferentes partes en Libia a negociar una solución pacífica y un diálogo inclusivo.
"No nos compete determinar quién hace qué, les compete a los libios acordar cómo compartirán responsabilidades en el marco del acuerdo político legítimo reconocido a nivel internacional", ha explicado en rueda de prensa conjunta la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, al término de la reunión del 'Cuarteto' para "coordinar" sus esfuerzos para "avanzar en el proceso político y asistir a Libia en su transición democrática".
Mogherini ha insistido en la necesidad de que "la inclusividad" y "la unidad de los libios" en el este, oeste y sur del país para superar los desafíos a los que se enfrenta el país, incluido combatir el terrorismo y no ha descartado "eventuales enmiendas" al acuerdo político mediado por la ONU, que deberán decidir los libios.
"Nuestro único objetivo es acompañar a los libios en este camino y garantizar que nadie viva en la ilusión de que una parte pueda ganar contra la otra", ha dicho la jefa de la diplomacia europea.
"Si van a compartir el poder, quién es quién les compete a ellos decidir. La inclusividad siempre ha sido un factor importante", ha agregado por su parte el alto representante para Libia de la Unión Africana, Jakaya Kikewete.
Kikewete ha insistido en que una solución "duradera" requiere que "todo el mundo tiene que sentir que es parte de este proceso", recordando que hay "varios jugadores en Libia, varias comunidades, entidades" y que Libia ha "sufrido problemas" tras la caída del régimen de Muamar Gadafi.
"Esto no va de que Haftar obtiene esto y el otro lo otro", ha insistido, al tiempo que ha admitido la posibilidad de "enmendar" el acuerdo político. Asimismo, ha confiado en que las partes, que ya han establecido a sus equipos para el diálogo, se reúnan "pronto" una vez acuerden la agenda.
El enviado especial de la ONU para Libia, el diplomático alemán Martin Kobler, ha explicado que la reunión de las cuatro organizaciones para coordinar sus posiciones es "una señal fuerte" y ha apelado a la necesidad de "volver al camino de la política" para negociar una solución "duradera". "Lo único que puede poner fin a la escalada militar", ha avisado.
"La situación política está bloqueada pero todos hemos expresado nuestro optimismo cauto", ha explicado el diplomático alemán, que ha insistido en que las partes libias deben identificar las "deficiencias" del acuerdo político y hacer modificaciones "limitadas".
"Se requiere inclusividad", ha agregado el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, que ha criticado que cada vez que hay avances con reuniones o discusiones políticas "siempre ocurre un incidente de saboteadores que interrumpe el proceso", algo que debe "parar".
El secretario general de la Liga Árabe ha dejado claro que "no debe haber una solución militar y se requiere contención y acción política". "Las partes están mostrando tendencias a trabajar juntas", ha defendido.
Las cuatro organizaciones han condenado el ataque "no provocado" en Brak al-Shati la semana pasada y han mostrado la alarma "seria" por las informaciones de "un elevado número de víctimas, incluido civiles y de alegaciones de ejecuciones sumarias".
"Tales actos de violencia constituyen una violación seria del Derecho Humanitario Internacional y los autores deben rendir cuentas de forma plena", han subrayado en un comunicado conjunto, en el que apelan a todas las partes a abstenerse de más violencia y cualquier acto que socave los esfuerzos para encontrar una solución negociada.
Kobler ha avisado de que los ataques a civiles constituyen una violación del Derecho Humanitario y "pueden constituir crímenes de guerra" y que si se confirma que ha habido ataques deliberados "pueden ser perseguidos por el Tribunal Penal Internacional", al tiempo que ha dejado claro que el ataque demuestra la necesidad de volver a las negociaciones políticas. "Hay un vacío en el terreno político. Mi mensaje es vuelta a la política", ha dicho.