Actualizado: viernes, 13 noviembre 2015 17:45


BRUSELAS, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea ha identificado ya a varios individuos radicales de Trípoli y Tobruk que podrían ser objeto de sanciones si obstaculizan los esfuerzos para llegar a un acuerdo para establecer un Gobierno de unidad nacional en Libia, que está sumida en un caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 por los enfrentamientos entre facciones y cuya crisis se ha visto agravada por el auge del Estado Islámico.

"Hay nombres que han sido identificados en ambos bandos", han explicado fuentes diplomáticas, que han precisado que, de momento, se ha identificado a unas seis personas de ambas facciones enfrentadas en el marco del régimen de sanciones de la ONU, aunque la opción de recurrir a sanciones "autónomas" europeas también está sobre la mesa.

"Hemos estado hablando de nombres (...) Hay nombres en ambos bandos que están siendo considerados", han confirmado otras fuentes diplomáticas, que han explicado que la pregunta de "a por quién ir" es algo que "dependerá de cómo van las negociaciones" y, por ello, han descartado que los Veintiocho avancen de forma "inmediata" con las sanciones.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE no darán el paso para aprobar sanciones en su reunión del próximo lunes en Bruselas, según han explicado varias fuentes.

"No se ha tomado una decisión todavía sobre los saboteadores", ha explicado una fuente de alto nivel diplomática europea, que ha dejado claro no obstante que la opción de "sanciones contra saboteadores está creciendo".

"No vamos a discutir este el lunes pero claramente hay impaciencia", ha recalcado la fuente de alto nivel diplomática de la UE, que ha evocado la preocupación por la expansión del Estado Islámico, no sólo en Libia, sino también en Sira e Irak, aunque los Veintiocho evitarán avanzar en las sanciones para "dar algo de espacio al nuevo mediador".

El diplomático alemán, Martin Kobler, sustituirá al hasta ahora enviado especial de la ONU para Libia, el español Bernardino León, cuyo plan para formar un Gobierno de unidad nacional bajo el liderazgo del primer ministro designado para el Gobierno de transición en Libia, Fayez Sarraj, no ha sido aprobado por las facciones reconocidas de Tobruk y la rebelde de Libia.

La UE respaldará en todo caso los esfuerzos de Kobler por tratar de acercar a las distintas facciones aunque, fuentes diplomáticas admiten, que "tiene un trabajo muy difícil".

"Las revelaciones de la semana pasada no hacen su trabajo más fácil", han lamentado fuentes diplomáticas sobre la decisión de León de abandonar el cargo a final de año para dirigir la Escuela Diplomática de EAU. A principios de este mes, el diario británico 'The Guardian' relevó que habría tratado su nuevo contrato mientras mediaba en las conversaciones de paz en Libia.

APOYO DE LA UE

La UE ya ha avanzado que ofrecerá un paquete de ayuda inmediato de 100 millones de euros al nuevo Gobierno de unidad nacional libio en cuanto se forme y estudia opciones para contribuir la seguridad y estabilización sobre el terreno.

Entre otras medidas, se contempla el envío de asesores militares para contribuir a la protección de los edificios gubernamentales y las infraestructuras críticas, incluidas las petroleras, así como la reactivación de la misión de asistencia fronteriza, paralizada en Túnez y el apoyo a la lucha contra la inmigración irregular también a través de su operación naval en el Mediterráneo contra los traficantes.

Los Veintiocho descartan a priori contribuir a tareas de supervisión del alto el fuego o labores de desarme de las milicias, según han confirmado a Europa Press fuentes diplomáticas, que han explicado que una eventual misión de entrenamiento se limitaría a las fuerzas policiales porque para entrenar al Ejército se necesitaría garantizar la integración de las milicias en las fuerzas armadas.

La UE ya descartó la opción de entrenar a las fuerzas militares libias cuando lanzó su misión de asistencia fronteriza en Libia por la falta de garantías ante la proliferación de milicias tras la caída del régimen de Gadafi.

Ambas facciones de Tobruk y Trípoli rechazan el despliegue de militares extranjeros sobre el terreno, incluidas fuerzas europeas, según han admitido varias fuentes diplomáticas.

La UE discute con la OTAN, que lanzó una operación aérea para proteger a la población libia de los ataques del régimen de Gadafi bajo el mandato de la ONU y que fueron definitivos para su caída, la contribución posible en apoyo de un Gobierno de unidad nacional libio.

"Tendremos que definir nuestros papeles según las cosas avancen y estén más claras", ha explicado otra fuente de alto nivel diplomática europea, que ha precisado de que momento solo hay "planificación prudente" respecto a las opciones.

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