BRUSELAS, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha indicado este miércoles que la UE prepara en coordinación con Estados Unidos un "arsenal de sanciones" contra Rusia para responder a una posible agresión militar a Ucrania, aunque ha descartado medidas "preventivas" contra Moscú.
"Si ocurriera lo que nos estamos esforzando en evitar, un ataque militar clásico, naturalmente que Rusia tendría que enfrentarse a un sistema muy severo de sanciones", ha señalado el jefe de la diplomacia europea en un encuentro con medios españoles en Bruselas.
El Alto Representante ha confirmado los trabajos conjuntos con Washington para coordinar un "arsenal de sanciones económicas" que tendrían la finalidad de "cortocircuitar" la economía rusa de la del resto del mundo.
Con todo, Borrell ha insistido en que no habrá "sanciones preventivas" por parte de la UE, descartando de plano que de la reunión de ministros de Exteriores de la UE del próximo lunes salgan nuevas medidas contra Moscú. "Ahora se trata de no escalar la situación ni dar razones ni argumentos para provocar lo que queremos evitar", ha subrayado y ha asegurado que todavía no hay "nada concreto" sobre la mesa.
De esta forma, ha insistido en el mensaje de advertencia a Moscú, en línea con la OTAN o Estados Unidos que avisaron al presidente ruso, Vladimir Putin, del "alto coste" de una acción militar contra Ucrania. "El mensaje es no anticiparse. Hay que tener preparada la respuesta pero evitar cualquier escalada", ha subrayado Borrell.
Para el exministro español, la línea roja que haría actuar al bloque europeo sería si Rusia realizase una intervención militar "clásica" contra Ucrania y no a través de "hombre verdes", en referencia a las fuerzas rusas no identificadas que participaron en el conflicto del este de Ucrania en 2014.
Rusia mantiene una concentración militar inusual en la frontera con Ucrania, donde tiene desplegado equipamiento pesado, vehículos armados, tanques, drones y sistemas electrónicos con fuerzas de combate, lo que ha hecho saltar las alarmas en Kiev y en la OTAN sobre una posible agresión, después de que Rusia ya invadiera a su vecino en 2014 y se anexionara la península de Crimea.