La UE reafirma apoyo a los Balcanes frente a la guerra en Ucrania pero pide unidad en sanciones a Rusia

Líderes de los países de la Unión Europea durante la cumbre UE-Balcanes en la capital de Albania, Tirana
Líderes de los países de la Unión Europea durante la cumbre UE-Balcanes en la capital de Albania, Tirana - Michael Kappeler/dpa
Publicado: martes, 6 diciembre 2022 12:51


BRUSELAS, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los líderes de la Unión Europea han mandado este martes un mensaje de apoyo a los países de los Balcanes frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania, con respaldo en cuestiones prácticas como la seguridad energética o ante amenazas de ciberseguridad, en un intento de revitalizar las relaciones con la región, al tiempo que ha reclamado a los Balcanes alinearse con la política exterior del bloque, en particular las sanciones contra Rusia por la invasión del país vecino.

"Esta será una reunión importante, una reunión simbólica: la primera vez que celebremos una cumbre UE-Balcanes aquí en un país de la región. Estoy absolutamente convencido de que el futuro de nuestros hijos será más seguro y más próspero con los Balcanes dentro de la UE, y estamos trabajando muy duro para lograrlo", ha señalado a su llegada el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Por su lado, el primer ministro albanés, Edi Rama, ha subrayado que la cita en Tirana es una "señal de conciencia" de que la UE necesita a los Balcanes y los Balcanes necesitan a la UE, insistiendo en el camino conjunto de ambas regiones.

La cumbre en Albania entre líderes europeos y balcánicos llega con la nueva marcha de la adhesión de países como la propia Albania o Macedonia del Norte, que iniciaron en julio las conversaciones de acceso tras años de bloqueo, y es la ocasión para dar una nueva señal de apoyo a la región ante las consecuencias de la guerra en Ucrania, un conflicto con resonancia en los Balcanes, con la intención de poder acelerar la adhesión de la región al bloque.

En declaraciones antes de la reunión, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha destacado la "solidaridad europea concreta" con los Balcanes para hacer frente a la situación energética y ha insistido en que estos acuerdos contribuyen a aumentar la relación con la región.

Según ha apuntado el primer ministro belga, Alexander De Croo, no hay "atajos" al proceso de ingreso en el club comunitario pero ha insistido en que los países de los Balcanes han hecho importantes progresos por lo que no solo hay que hablar de las reformas pendientes, sino dar impulso para mantener el "momento político" a la integración europea. "Es un proceso administrativo, pero también político", ha recalcado.

Por su lado, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha destacado la responsabilidad de la UE hacia la región, "más después de la guerra de Rusia contra Ucrania" y ha señalado que toca "fortalecer" el proceso de adhesión de estos países al bloque. Pueden contar con Italia para trabajar en aspectos como el económico o la respuesta a ciberataques, ha defendido Meloni.

"La cumbre es crucial, seguimos sufriendo la invasión rusa contra Ucrania y tenemos que mantenernos juntos en temas como la seguridad energética y garantizar que todos aplicamos las sanciones", ha señalado el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, en referencia a Belgrado, principal socio de Moscú en la zona y único país balcánico que no se ha sumado a las medidas adoptadas por la UE.

Por parte de Lituania, su presidente, Gitanas Nauseda, ha insistido en que el apoyo a las sanciones contra Rusia y la adhesión a la política exterior del bloque se trata de una "precondición" para que los vecinos balcánicos ingresen en la UE, mientras que la primera ministra estonia, Kaja Kallas, ha puesto el foco en trabajar en la paz en Europa con los socios balcánicos.

Para la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, resulta importante contar con una "mesa común" para tratar con los Balcanes cuestiones como la guerra en Ucrania y sus consecuencias en la seguridad energética.

TENSIÓN ENTRE SERBIA Y KOSOVO

A su llegada a la cumbre, la presidenta kosovar, Vjosa Osmani, ha insistido en que el territorio tiene un compromiso firme con la UE y sus valores, dejando claro su alineamiento total con la política exterior del bloque, en un ataque velado a Serbia. "Tienes países que se alinean con la UE y otros que se alinean con (el presidente ruso) Vladimir Putin. Debe importar si te alienas con Ucrania o con Rusia, si aplicas sanciones. Estar en el lado correcto de la historia debe ser lo mínimo que se espere de nosotros", ha subrayado, para reafirmar que Kosovo solicitará su entrada en la UE antes de final de 2022.

Sobre la exención de visados para los ciudadanos kosovares, acordada por los Veintisiete a nivel de embajadores, Osmani ha señalado que espera que la UE pase de las palabras a los hechos y acuerde esta medida en la cumbre de líderes europeos del próximo 15 de diciembre.

Por su lado, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha declarado que conoce las obligaciones con la UE para alinearse a las medidas de política exterior, como las sanciones, pero ha insistido en que Serbia es un país independiente que tiene sus diferencias por la "violación de la integridad territorial violada en 2008", en referencia a la independencia de Kosovo.

En este sentido, ha respondido a la presidenta kosovar diciendo que las criticas de su cercanía a Moscú son argumentos que usa porque "no tiene otra cosa que decir" y que los ataques contra Belgrado se han visto refutado por las acciones de las autoridades serbias, frente a las acusaciones de que "Serbia atacaría a otros países de los Balcanes".

La cita entre líderes europeos y balcánicos viene marcada por las tensiones entre Belgrado y su antigua provincia por la polémica ley kosovar, para imponer documentos y matrículas a las comunidades serbokosovares, y el nombramiento de un ministro de minoría serbokosovar, frente a esto, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha pedido a las partes comprometerse con el diálogo.

"Ahora tienen que comprometerse con la oferta que puse sobre la mesa a Belgrado y Pristina y embarcarse en discusiones serias. Es una gran oportunidad", ha instado el jefe de la diplomacia europea quien ha evitado fijar una fecha límite para terminar las conversaciones sobre la normalización de las relaciones, tras una década de negociaciones en Bruselas. "No hay que poner un plazo artificial sino empezar a trabajar", ha señalado.

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