La UE reclama a Birmania que garantice "los mismos derechos" para todos en Rajine

RANGÚN 30 Nov. (Reuters/EP) -

El embajador de la Unión Europea en Birmania, Kristian Schmidt, ha reclamado al Gobierno de Birmania que garantice "los mismos derechos" para todos los ciudadanos que residen en el estado de Rajine, del que han huido cientos de miles de rohingya desde finales de agosto por la última campaña militar lanzada por las autoridades birmanas.

Schmidt, que se hizo cargo de la misión de la Unión Europea en Rangún hace dos meses, ha emplazado al Gobierno que lidera de facto la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi ha "derribar las barreras" entre las comunidades musulmana y budista en Rajine.

El representante de la UE ha dicho que el retorno de los rohingya tiene que ser voluntario y ha señalado que sería "extremadamente útil" que las agencias de Naciones Unidas participaran en el proceso para repatriarlos a Birmania.

El acuerdo inicial alcanzado por Bangladesh y Birmania menciona al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) aunque no especifica su papel. Schmidt ha dicho que Birmania debe abordar el "origen" de la crisis en Rajine, en referencia a la discriminación que vive desde hace décadas la población rohingya y que incluye las restricciones de movimiento y la falta de acceso al sistema educativo.

"La prioridad principal debe ser para las autoridades locales y para el Gobierno el establecimiento del estado de Derecho, una administración civil no discriminatoria y los mismos derechos para todos", ha señalado Schmidt, en una entrevista concedida a Reuters en Rangún.

"Hay causas que deben ser abordadas en el estado de Rahine para que cuando vuelvan los refugiados no regresen a la situación anterior. Eso no es sostenible", ha afirmado.

El éxodo de más de 600.000 rohingya procedentes de Rajine llega como consecuencia de la campaña militar puesta en marcha por las autoridades de Birmania en represalia por unos ataques de milicianos rohingya contra las fuerzas de seguridad el 25 de agosto, unos ataques que el embajador comunitario ha definido como "terrorismo" y que ha condenado.

Schmidt ha hecho hincapié en que confinar los rohingya en localidades con escasas oportunidades de acceso a la educación podría haber contribuido a su radicalización. "No deberían verse sorprendidos de que algunos de los elementos de la población se radicalicen. Cada vez están más desesperados", ha asegurado.

En el marco de la campaña militar en Rajine, decenas de localidades de rohingya fueron incendiadas y los refugiados han denunciado asesinatos y violaciones cometidas por las fuerzas de seguridad birmanas.

Tanto Naciones Unidas como Estados Unidos han acusado a Birmania de haber llevado a cabo una campaña de "limpieza étnica" en Rajine, una acusación que el Gobierno liderado de facto por Suu Kyi ha negado. En respuesta a la operación militar en Rajine, la Unión Europea canceló las invitaciones que había remitido al jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Min Aung Hlaing, y a otros altos mandos militares.

"Estamos dispuestos a revisar esa decisión en cualquier momento a luz de noticias positivas o no tan positivas. Todavía entendemos, desde luego, la importancia que las Fuerzas Armadas de Birmania tienen en la transición democrática y económica, por lo que el diálogo sigue abierto", ha dicho Schmidt.

El embajador de la Unión Europea ha asegurado, sin embargo, que es necesario que haya una rendición de cuentas y ha subrayado el apoyo de la UE a la misión de investigación impulsada por Naciones Unidas y quye ha sido rechazada y bloqueada por Birmania.

"Tiene que haber una investigación independiente y creíble de los hechos que llevaron a 620.000 personas a huir a unas condiciones bastante horribles en el otro lado de la frontra", ha señalado. "Tenemos que saber" qué sucedió, ha recalcado.

El diplomático danés ha realizado estas declaraciones en los márgenes de una conferencia del programa Erasmus +, de intercambios entre estudiantes universitarios. El proyecto busca impulsar la participación de estudiantes de Birmania para que luego contribuyan a la reforma de las instituciones en el proceso de transición en el país, tras décadas de dictadura militar.