BRUSELAS, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea reforzará la cooperación en seguridad y para combatir el terrorismo, la radicalización y la inmigración irregular con sus países vecinos al sur del Mediterráneo y en el este de Europa en el marco de su Política de Vecindad Europea, que ahora plantea reformar con el objetivo de responder mejor a las crisis como el conflicto ucraniano, el auge del Estado Islámico en el norte de África y Oriente Próximo o la crisis de refugiados.
"La Política de Vecindad Europea no incluía hasta ahora instrumentos de seguridad. No era un objetivo. Es bastante obvio hoy que tenemos que incluir estos instrumentos", ha explicado la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara para presentar la nueva estrategia hacia los vecinos, que todavía debe ser discutida con los Estados miembro y los socios y que defiende promover una relación más diferenciada con cada país, en función de sus intereses y aspiraciones, y una mayor flexibilidad.
La UE reforzará su cooperación en "la reforma del sector de seguridad, la prevención de conflictos, la lucha antiterrorista y políticas contra la radicalización, en pleno cumplimiento del derecho humanitario internacional", según el texto de la propuesta, que también plantea la necesidad de reforzar el intercambio de información y la participación de países socios en operaciones de seguridad y defensa de la UE o en sus grupos de combate tácticos "caso por caso".
El objetivo de la nueva estrategia, ha precisado Mogherini, es "trabajar juntos" para "construir países y sociedades más resistentes a amenazas externas e internas, encontrando el equilibrio adecuado entre la eficiencia de la reforma del sector de seguridad y las sociedades abiertas, el respeto de los Derechos Humanos y los valores que están en la base de la Unión Europea". "En los próximos tres a cinco años, el desafío más urgente en muchas partes del vecindario es la estabilización", reconoce el texto de la propuesta.
La nueva Política de Vecindad Europea también se centrará en promover la cooperación contra el tráfico de inmigrantes, el tráfico humano y la protección y gestión de las fronteras, algo "necesario para gestionar mejor las presiones migratorias", según el documento.
Mogherini ha precisado que se trata de atajar a la vez la inmigración "irregular y la regular". Para combatir la inmigración irregular, se trata de cooperar en "la gestión común de los flujos, la lucha contra los traficantes y los vínculos con otras organizaciones criminales", así como "en los retornos y las readmisiones, incluida la integración de los retornados en las comunidades locales", algo que "puede ofrecer buenas oportunidades" para el desarrollo de las mismas.
CREAR FONDO PARA AYUDAR A RETORNADOS A REINTEGRARSE
La propuesta plantea en concreto la creación de un fondo "para apoyar a los migrantes que retornan a sus países de origen después de haberse quedado en la Unión Europea, para que puedan reintegrarse y contribuir" a sus comunidades de origen.
La UE también buscará reforzar los sistemas de asilo y protección de refugiados en los países socios. A fin de promover la inmigración legal, la UE dará apoyo a la movilidad teniendo en cuenta sus "necesidades demográficas y económicas, a corto y largo plazo", ha explicado Mogherini. "Porque Europa también necesita inmigración regular", ha explicado.
La propuesta plantea la posibilidad de "ofrecer esquemas preferenciales" para nacionales de los países vecinos "que están dispuestos a cooperar más en inmigración con la UE". Y "autorizar a personas que residen temporalmente en la UE, participar en negocios, actividades profesionales u otras en sus países de origen, a la vez que mantienen la residencia en uno de los Estados miembro". También plantea facilitar los intercambios de estudiantes, académicos, investigadores y empresarios.
EL EMPLEO Y LA ENERGÍA, TAMBIÉN PRIORITARIOS
Además de seguridad e inmigración, la nueva Política Vecindad Europea priorizará el desarrollo económico y la creación de empleo, especialmente de los jóvenes, en los países socio, la seguridad energética y la cooperación con "los vecinos de los vecinos" como Rusia para hacer frente a los desafíos comunes clave.
La Política de Vecindad Europea se puso en marcha en 2004 para promover la estabilidad y la prosperidad y relaciones más estrechas entre la UE y sus vecinos y actualmente cubre Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Libia, Líbano, Egipto, Marruecos, los territorios palestinos, Siria, Túnez y Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.
La UE ya promovió una revisión de la política hacia su vecinos en 2011 en respuesta a la Primavera árabe, cuando se introdujo el principio fundamental de priorizar las ayudas a aquellos países que más rápidamente avanzaran en las reformas democráticas, uno de los objetivos últimos que persigue la política europea, junto con apoyar el desarrollo socioeconómico de los vecinos. Pero "no siempre ha sido capaz de ofrecer respuestas adecuadas" a la luz de los cambios recientes.
El principio de "más a cambio de más", admite la UE en la nueva estrategia, "no se ha probado como un incentivo suficientemente fuerte para crear un compromiso con las reformas, allí donde no hay voluntad política". "En estos casos, la UE explorará vías más eficientes para alentar las reformas fundamentales en los socios", incluido a través de una mayor implicación con la sociedad civil, según la propuesta.
La Política de Vecindad Europea cuenta con un presupuesto de 15.000 millones de euros entre 2014 y 2020. La UE plantea explorar reservar algunos fondos para "necesidades imprevistas" como responder a un conflicto, apoyo a refugiados o programas de seguridad y estabilización.