Archivo - Bandera de la UE - Gareth Fuller/PA Wire/dpa - Archivo
BRUSELAS, 29 May. (EUROPA PRESS) -
Los embajadores de los Veintisiete intentarán de nuevo este lunes desbloquear el sexto paquete de sanciones contra Rusia que incluye un embargo sobre las importaciones de petróleo, después de que las últimas exenciones propuestas para convencer a Hungría de que levante su veto no hayan logrado deshacer el impasse sobre unas medidas que requieren de la unanimidad en la UE para salir adelante.
La negociación a nivel técnico y político para tratar de superar las divisiones dentro de la UE llegan en paralelo a la preparación de la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno europeos que se reunirán de forma extraordinaria en Bruselas este lunes y martes, con la situación de Ucrania como una de las claves de la cita.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, pidió por carta al presidente del Consejo europeo, Charles Michel, que las sanciones no fueran parte de la agenda de líderes, pero distintas fuentes diplomáticas dan por hecho que el asunto estará presente en la discusión de alto nivel, si bien matizan que dependerá del resultado de la reunión previa de los embajadores y que en todo caso el objetivo en la cumbre no es sellar el acuerdo.
La Comisión Europea propuso hace semanas un embargo a todo el petróleo ruso que se aplicaría de modo progresivo al crudo y refinado para que la prohibición total llegara a finales de año, aunque contemplaba una exención de un año para Hungría y Eslovaquia por ser los países más dependientes del combustible ruso.
Desde entonces, Hungría y Eslovaquia han presionado para ampliar esa exención hasta cuatro años y otros países como República Checa y Bulgaria reclamaron el mismo trato privilegiado, pero las dificultades para lograr un acuerdo llevaron a Bruselas a plantear una alternativa que los socios han examinado durante el fin de semana.
Se trata de una propuesta que "bastante diferente" a la inicial en tanto que "cambia la lógica del enfoque" de cómo aplicar las sanciones, según un alto funcionario europeo que explica que las soluciones "técnicas" que se exploran son en todo caso muy "sensibles" para distintos Estados miembro.
En concreto, la propuesta sobre la mesa plantea una "distinción" entre las importaciones del petróleo importado por mar, sobre el que se aplicaría un embargo completo ya a final de año, y el suministro ruso a través del oleoducto de Druzhba, por el que Hungría y Eslovaquia reciben gran parte de su combustible y al que se permitiría una exención cuyos plazos están aún "por definir", según han explicado fuentes comunitarias.
En este contexto, los embajadores volverán a discutir la propuesta a primera hora del lunes y los líderes serán "informados" de la evolución de las conversaciones y de los escollos pendientes, si bien el objetivo de un acuerdo se mantiene para "la próxima semana".
A las reservas de Hungría y otros países fuertemente dependientes del petróleo ruso se unen también las dudas de otros socios que ven con recelo esta última diferenciación por las distorsiones en el mercado que podrían derivarse de la exención para las importaciones por el Druzhba.
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