La UE sopesa celebrar en Bruselas y no en Budapest la reunión de Exteriores de agosto tras el choque con Orbán

Viktor Orbán, primer ministro húngaro.
Viktor Orbán, primer ministro húngaro. - Europa Press/Contacto/Chris Kleponis - Pool via CN
Actualizado: lunes, 15 julio 2024 15:25

BRUSELAS 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea tienen previsto reunirse a finales de agosto en Budapest, en el tradicional encuentro informal que marca cada inicio de presidencia de turno del Consejo de la UE, pero el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, sopesa cambiar la convocatoria a Bruselas en respuesta al pulso del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, quien viajó por sorpresa a Moscú en contra de la posición de la UE de apoyo sin fisuras a Ucrania.

Por el momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto, pero es una de las medidas que los 27 han puesto sobre la mesa para responder al desafío de Orbán y contener así el posible "efecto negativo" en la política exterior de la UE de sus decisiones durante la presidencia rotatoria que corresponde a Hungría hasta que acabe el año, según han informado a Europa Press distintas fuentes europeas.

La prerrogativa de decidir "dónde y cuándo" se celebran las reuniones de ministros de Exteriores y de Defensa --también las de carácter informal-- le corresponde al Alto Representante de Política Exterior de la UE, apuntan fuentes diplomáticas, que precisan que en este momento "sólo es una opción" por lo que la decisión "no está tomada".

De la reunión de embajadores no salieron decisiones concretas, pero varios países están estudiando de manera individual boicotear las reuniones informales a nivel de ministros que Hungría ha programado en su territorio durante el semestre. En este contexto, fuentes diplomáticas dijeron a Europa Press que también se habló de que "la reunión de Exteriores de agosto no tuviera lugar en Budapest".

En todo caso, falta algo más de un mes para que tenga lugar la cita informal en la capital húngara, prevista del 28 al 30 de agosto de acuerdo a la agenda compartida por la presidencia de turno.

Antes, los ministros se verán en Bruselas en el marco del Consejo de Asuntos Exteriores formal programado para el lunes 22 de julio y es en esta agenda en la que está centrado por el momento el Servicio Europeo de Acción Exterior que dirige Borrell.

REPRIMENDA DE LOS 27

En una primera discusión a nivel de embajadores el pasado miércoles en Bruselas, los Veintisiete reprendieron al Gobierno húngaro por dañar la unidad del bloque e ir en contra de los Tratados por viajar por sorpresa a Moscú para reunirse con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sin coordinación con el resto de líderes europeos.

Los Estados miembro --todas las delegaciones tomaron la palabra a excepción de Eslovaquia-- echaron en cara a Orbán la ambigüedad con la que viajó al no tener mandato para hablar en nombre de la Unión pero rodear la visita de los símbolos de la presidencia del Consejo de la UE.

Así, quisieron señalar su enfado por la serie de viajes realizados por Orbán desde que arrancó el turno húngaro, el pasado 1 de julio, y que han llevado al mandatario a verse con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en Kiev; con Putin en Moscú y con el presidente de China, Xi Jinping, en Pekín.

En este contexto, la gran mayoría de países subrayaron la obligación del Estado miembro que asume la presidencia de turno del Consejo de la UE, sin competencias en política exterior, de ser un "mediador honesto" y actuar en "cooperación leal" con el resto de socios.

El Gobierno húngaro ha defendido que Orbán dejó muy claro en su gira que viajaba únicamente como primer ministro de Hungría y no en nombre de la Unión Europea, de quién no tenía mandato alguno; y que lo hizo con el interés de evaluar las posibilidades de un posible alto el fuego.

Desde Budapest también insisten en que no existe un "protocolo" sobre el modo en que un líder debe organizar o comunicar su agenda bilateral al resto de países, al tiempo que afirman que el hecho de que fueran viajes "sensibles" les impidió avisar de antemano a los demás jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

De hecho, como confirmaron después desde su equipo, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, intentó sin éxito contactar con Orbán para contrastar de primera mano los rumores que apuntaban a su inminente viaje. "Si el primer ministro Orbán hubiera preguntado, el presidente Michel le hubiera desaconsejado fuertemente tal visita", señalaron las fuentes.

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