La UE usará las 48 horas de prórroga de la norma de matrículas de Kosovo para negociar una solución

BRUSELAS, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea ha señalado este martes que utilizará la prórroga de 48 horas anunciada por Kosovo en la aplicación de la ley de matrículas para negociar una solución entre Belgrado y Pristina a esta cuestión, que amenaza con exacerbar las tensiones en la zona.

"Usaremos este período para continuar las conversaciones con ambas partes con el fin de encontrar una solución. Si la adhesión a la UE es el objetivo último de Kosovo y Serbia, con el que ambos se han comprometido, esperamos que también actúen en consecuencia", ha señalado a Europa Press el portavoz de Exteriores, Peter Stano, sobre el anuncio del primer ministro kosovar, Albin Kurti, que llega después de que fracasara la reunión de alto nivel en Bruselas con el presidente serbio, Aleksandar Vucic.

Kurti anunció en la noche de este lunes que pospone la aplicación de multas para los serbios residentes en la región que no hayan registrado sus vehículos, tras la petición en este sentido de Estados Unidos y de la Unión Europea. "Doy las gracias al embajador (de Estados Unidos en Kosovo, Jeff) Hovenier por su compromiso y participación. Acepto su solicitud de un aplazamiento de 48 horas en la imposición de multas por matrículas (...)", señaló el primer ministro kosovar a través de un mensaje en su perfil de la red social Twitter.

Serbia y Kosovo acabaron este lunes sin acuerdo la reunión de alto nivel organizada en Bruselas para solventar la crisis abierta por la controvertida norma para imponer matrículas kosovares a las comunidades serbias, después de que Pristina hubiese rechazado una propuesta de la Unión Europea para lograr un acercamiento.

En una declaración sin preguntas tras el encuentro, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, arremetió contra Kosovo por frustrar un acuerdo tras más de ocho horas de reunión. Borrell lamentó que las autoridades kosovares rechazaron la propuesta puesta sobre la mesa por la diplomacia europea para solventar la crisis, una iniciativa que Belgrado sí apoyaba.