BRUSELAS, 12 Oct. (EUROPA PRESS) - El negociador de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, ha confirmado este jueves que las negociaciones con Reino Unido están estancadas en lo que se refiere a la factura de salida, por lo que pedirá a los líderes de los 27 que no abran aún la segunda fase de las conversaciones, lo que permitiría a Londres y Bruselas empezar la reflexión sobre el marco de las relaciones futuras. "No estoy en medida de proponer en la próxima cumbre europea (19 y 20 de octubre) que se abra la discusión sobre la relación futura. Esa relación futura exige que haya entre nosotros confianza, que vendrá con la claridad y el respeto de todos los compromisos que hemos asumido a 28", ha declarado Barnier, en una rueda de prensa al término de la quinta ronda de negociaciones. Barnier, que ha comparecido acompañado por el negociador británico, el ministro para el Brexit, David Davis, ha recalcado que no se han dado avances de calado durante esta semana de conversaciones, pero que mantienen la voluntad de lograr un acuerdo. Con todo, el excomisario francés ha apelado a la voluntad política de las dos partes para salir del punto muerto y lograr los "avances decisivos" de aquí a diciembre que permitan concluir la primera etapa de la negociación, que debe fijar las condiciones del divorcio para asegurar una desconexión "ordenada" La primera fase de las negociaciones se centra en tres prioridades: derechos de los ciudadanos, compromisos presupuestarios que deberá pagar Reino Unido a su salida y la frontera en el Úlster. Las partes mantienen "divergencias" en cuestiones que afectan a los derechos de los ciudadanos --como la reagrupación familiar o la posibilidad de "exportar" ayudas sociales tras el Brexit--, según han concedido tanto Barnier como Davis, a pesar de que los contactos han permitido despejar otras dudas y cerrar detalles. FACTURA, PRINCIPAL ESCOLLO El escollo fundamental tiene que ver con la llamada "factura" del divorcio, sobre la que Bruselas considera que se está en un "punto muerto", porque el Gobierno británico sigue sin "estar listo para precisar" qué compromisos está dispuesto a cumplir. "No ha habido negociación (sobre este punto), nos hemos contentado con las discusiones técnicas. Discusiones útiles, pero técnicas. Estamos en un punto muerto extremadamente preocupante", ha zanjado Barnier. Davis, por su parte, ha afirmado que queda "un largo camino por recorrer", pero ha defendido los esfuerzos para lograr consensos y el avance de las posiciones expuestas por la primera ministra, Theresa May, en su reciente discurso en Florencia (Italia). Sobre la cuestión financiera --sobre la que May ha dicho que Londres asumirá sus compromisos presupuestarios asumidos hasta 2020, sin ofrecer cifras--, Davis ha subrayado que es un asunto que depende en parte del marco futuro de las relaciones. Por ello, el británico ha pedido a los líderes de la UE que en su cumbre de la próxima semana den a Michel Barnier "los medos para avanzar", a pesar de las reservas del propio negociador europeo. "Para tener certidumbre hay que hablar del futuro", ha insistido Davis. Sobre los riesgos de que el proceso culmine sin acuerdo cuando en marzo de 2019 Reino Unido quede desconectado de la Unión Europea y de sus Tratados, Davis ha asegurado que el Gobierno británico está "preparado para todos los escenarios". Aunque Bruselas ha criticado en el pasado que Londres contemple la posibilidad de un "no acuerdo" antes que cerrar uno que no le satisfaga plenamente, Barnier ha dicho que la falta de acuerdo será "un mal acuerdo", pero que también el bloque europeo está preparado para "todo tipo de eventualidades".