Naciones Unidas lo define como un "asunto bilateral" y pide "coordinación" a fin de evitar víctimas civiles
MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Armadas de Uganda han lanzado bombardeos contra las milicias de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en el este de República Democrática del Congo (RDC), días después de que el Gobierno congoleño autorizase la intervención ugandesa parta contener la escalada de violencia en las regiones de Ituri y Kivu Norte.
"Esta mañana, hemos lanzado ataques aéreos y de artillería contra campamentos de las ADF junto a nuestros aliados congoleños", ha anunciado en Twitter un portavoz de las Fuerzas Armadas de Uganda.
El portavoz del Gobierno congoleño, Patrick Muyaya, también ha confirmado en la red social estas acciones "focalizadas y concertadas con el Ejército ugandés", que ha efecutado disparos de artillería desde el país vecino contra posiciones de los "terroristas" de las ADF.
El objetivo de la misión sería poner punto y final a las actividades de un grupo que lleva años atacando a la población civil en una de las zonas más conflictivas de RDC. A las ADF se le atribuye un atentado perpetrado a mediados de mes en la capital ugandesa y tras el que el líder del grupo, Musa Baluku, reivindicó su pertenencia a la filial centroafricana de Estado Islámico, ISCA.
La presencia de Uganda en la República Democrática del Congo es un tema delicado, especialmente para los habitantes del este del país. Los múltiples conflictos de los últimos años han involucrado regularmente a potencias vecinas, y la violencia ha dejado su huella en la mente de la población.
El presidente ugandés, Yoweri Museveni, lleva años intentando obtener el visto bueno de su homólogo congoleño, Félix Tshisekedi, para esta operación, porque también hay cuestiones económicas: en mayo pasado, un consorcio de Uganda se adjudicó la construcción de varias carreteras que conectan los dos países.
Por su parte, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Setéphane Dujarric, ha definido este tema como un "asunto bilateral" que atañe a RDC y Uganda.
"Si ha tenido lugar, debe hacer en estrecha coordinación entre todos los actores involucrados para evitar víctimas civiles", ha señalado Dujarric durante una rueda de prensa.
Preguntado sobre si la ONU había recibido algún tipo de notificación previa a la operación, Dujarric ha reconocido no disponer de más información al respecto.
ATAQUES CONTRA DESPLAZADOS
La violencia en República Democrática del Congo ha disparado las tasas de desplazamiento, hasta el punto de que 5,6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, 400.000 más que a principios de año. La ONU ha instado a todas las partes en conflicto a respetar a la población civil, después de una serie de ataques el fin de semana en Ituti.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se ha declarado "consternado" por la muerte de al menos 26 personas --entre ellas nueve niños-- en un enclave de Ndjala. "Los atacantes utilizaron pistolas, machetes y cuchillos", ha dicho un portavoz de la agencia, Boris Cheshirkov, en la primera valoración sobre unas acciones atribuidas a la milicia Cooperativa para el Desarrollo de Congo (CODECO).
Este incidente se suma a otro ocurrido el 20 de noviembre y que, en otro lugar utilizado por desplazados, se saldó con la muerte de al menos 44 personas y la destrucción de más de 1.200 refugios. Unas 20.000 personas huyeron entonces a las inmediaciones de una base internacional que pasó en apenas 48 horas de albergar a 21.000 desplazados a más de 40.000.
"Los ataques, que derivan en parte de tensiones intercomunitarias, agravan los problemas a los que se enfrentan los desplazados internos", ha señalado Cheshirkov en un comunicado. El portavoz de ACNUR ha advertido de los efectos del robo de ganado, que "profundiza la inseguridad económica", y del "miedo" que se instala en poblaciones locales.
Las Fuerzas Armadas de Uganda han lanzado bombardeos contra las milicias de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en el este de República Democrática del Congo (RDC), días después de que el Gobierno congoleño autorizase la intervención ugandesa parta contener la escalada de violencia en las regiones de Ituri y Kivu Norte.
"Esta mañana, hemos lanzado ataques aéreos y de artillería contra campamentos de las ADF junto a nuestros aliados congoleños", ha anunciado en Twitter un portavoz de las Fuerzas Armadas de Uganda.
El objetivo de la misión sería poner punto y final a las actividades de un grupo que lleva años atacando a la población civil en una de las zonas más conflictivas de RDC. A las ADF se le atribuye un atentado perpetrado a mediados de mes en la capital ugandesa y tras el que el líder del grupo, Musa Baluku, reivindicó su pertenencia a la filial centroafricana de Estado Islámico, ISCA.
La presencia de Uganda en la República Democrática del Congo es un tema delicado, especialmente para los habitantes del este del país. Los múltiples conflictos de los últimos años han involucrado regularmente a potencias vecinas, y la violencia ha dejado su huella en la mente de la población.
El presidente ugandés, Yoweri Museveni, lleva años intentando obtener el visto bueno de su homólogo congoleño, Félix Tshisekedi, para esta operación, porque también hay cuestiones económicas: en mayo pasado, un consorcio de Uganda se adjudicó la construcción de varias carreteras que conectan los dos países.
ATAQUES CONTRA DESPLAZADOS
La violencia en República Democrática del Congo ha disparado las tasas de desplazamiento, hasta el punto de que 5,6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, 400.000 más que a principios de año. La ONU ha instado a todas las partes en conflicto a respetar a la población civil, después de una serie de ataques el fin de semana en Ituti.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se ha declarado "consternado" por la muerte de al menos 26 personas --entre ellas nueve niños-- en un enclave de Ndjala. "Los atacantes utilizaron pistolas, machetes y cuchillos", ha dicho un portavoz de la agencia, Boris Cheshirkov, en la primera valoración sobre unas acciones atribuidas a la milicia Cooperativa para el Desarrollo de Congo (CODECO).
Este incidente se suma a otro ocurrido el 20 de noviembre y que, en otro lugar utilizado por desplazados, se saldó con la muerte de al menos 44 personas y la destrucción de más de 1.200 refugios. Unas 20.000 personas huyeron entonces a las inmediaciones de una base internacional que pasó en apenas 48 horas de albergar a 21.000 desplazados a más de 40.000.
"Los ataques, que derivan en parte de tensiones intercomunitarias, agravan los problemas a los que se enfrentan los desplazados internos", ha señalado Cheshirkov en un comunicado. El portavoz de ACNUR ha advertido de los efectos del robo de ganado, que "profundiza la inseguridad económica", y del "miedo" que se instala en poblaciones locales.