WASHINGTON, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, vive ya sus últimas horas al frente del país, tras dedicar el día de ayer a despedirse de sus empleados, mantener una última conversación diplomática con la canciller alemana, Angela Merkel, y dirigirse finalmente al Congreso de Estados Unidos con una misiva en la que recordó a los legisladores la actual situación en Guantánamo.
Ni Obama ni su esposa Michelle han dedicado excesivo tiempo a las tareas de mudanza. De ello se han encargado principalmente los trabajadores de los Archivos Nacionales de Estados Unidos y empleados particulares de mudanza, mientras el todavía presidente reservaba sus últimas horas para seguir trabajando, según el responsable del grupo de expertos en cesiones de poderes, The Transition Project, Mike Sullivan, a la cadena NBC.
Tras recibir ayer su último briefing diario, Obama almorzó por última vez con su vicepresidente y amigo íntimo, Joe Biden, en el comedor privado.
Mientras, la Casa Blanca publicó una carta a los líderes del Congreso, a los que recordó que todavía hay 41 presos en la cárcel de Guantánamo -- cuyo estatus ha sido una de las promesas rotas de Obama, quien prometió cerrar las instalaciones a su llegada al poder --, antes de anunciar la conmutación de sentencias a 330 presos.
Foto: YURI GRIPAS / REUTERS
A continuación, Obama dedicó la última llamada telefónica al extranjero de su presidencia a la canciller alemana, Angela Merkel, para "agradecerle su amistad y sus esfuerzos por mejorar las relaciones entre Alemania y Estados Unidos en los últimos años".
Obama y su mujer llamaron a la canciller alemana y a su marido para agradecer a Merkel "su fuerte, valiente y preparado liderazgo", según ha informado la Casa Blanca, en un momento donde la Unión Europea vive momentos de descomposición.
Debido a sus ocho años de amistad y colaboración, el presidente estadounidense ha señalado que "era apropiado que su última llamada a un líder extranjero fuera con Merkel", a quien le "deseó lo mejor en el futuro".
EL FINAL
Los efectos personales de los Obama serán trasladados a su nuevo alojamiento, situado a unos dos kilómetros de Washington D.C., según han informado sus asesores a la cadena NBC, muchos de los cuales se han despedido ya del presidente.
No obstante, algunos asesores de Obama regresarán hoy a la Casa Blanca para ocuparse de los prolegómenos de la inauguración de su sucesor, Donald Trump. En torno a las 8.30 horas, Obama dará sus últimas instrucciones a su equipo antes de mantener un desayuno, acompañado de su esposa, con Trump y su mujer, Ivanka, siguiendo la tradición histórica de traspaso presidencial.
Una hora después, según el calendario oficial, ambos matrimonios viajarán juntos en limusina hacia el Capitolio, bajando la avenida Pensilvania. En algún momento después de mediodía, cuando Trump haya jurado su cargo, los Obama abandonarán el recinto por el pórtico oriental, ya como ciudadanos comunes, ocho años después.