MADRID, 3 May. (EDIZIONES) -
Los últimos momentos de pacientes, visitantes, médicos y enfermeras del hospital de Al Quds, en la ciudad siria de Alepo, los recogen las cámaras de seguridad, en un bombardeo que se saldó 50 vidas el pasado miércoles.
En el vídeo se muestra cómo los visitantes recorren uno de los pasillos del hospital de seis plantas. A las 20:41 horas, los médicos trasladaban en camillas a los pacientes ajenos a la proximidad del ataque.
El último pediatra de Alepo, el doctor Mohamed Wasim Maaz, de 36 años de edad y cuyos padres abandonaron el país y se instalaron en Turquía, falleció tras el impacto en el centro. En las imágenes se le puede ver con la vestimenta verde propia del personal del centro, que atendía sobre todo casos de emergencia y era un referente en atención a menores.
Mohamed Wasim Maaz baja las escaleras y se encuentra en uno de los pasillos con un conocido, con el que intercambia algunas palabras -los vídeos son sin sonido-. Más tarde, se le pierde la vista.
Segundos después de marcar las 20:41 horas de la noche, la normalidad se rompe con un estallido que inunda de fuego y polvo las instalaciones. Algunas de las otras cámaras enseñan otras partes del edificio golpeadas por la explosión. A las 20:44 horas y en medio de la oscuridad, una mujer lleva en brazos a uno de los bebés del hospital.
Minutos después, los supervivientes recogen material médico, mientras que fuera del edificio los civiles acuden a prestar ayuda.
CONTINÚAN LOS ATAQUES
No se trata de un caso aislado. Este martes, otro hospital en Alepo ha sido atacado por cohetes lanzados por rebeldes sirios. Como resultado, al menos tres mujeres han muerto. La violencia en la segunda ciudad siria ha escalado durante la última semana.
Más de 600 trabajadores del sector médico perdieron la vida desde que en 2011 se inició el conflicto en Siria, informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al choque entre el Gobierno de Al Assad y quienes se oponen a su poder se suma la amenaza constante de grupos terroristas como Estado Islámico. Sólo en abril, más de 3.100 personas fallecieron.