VECSES (HUNGRÍA), 8 (Reuters/EP)
La ultraderecha húngara ha creado una nueva formación denominada Fuerza y Determinación en la que confluyen tres movimientos distintos y que aspira a lograr una importante representación en las elecciones legislativas húngaras de 2018.
Cientos de militantes de ultraderecha han participado este sábado en el acto fundacional del partido en la ciudad de Vecses y bajo la consigna "desplegando la bandera de la ultraderecha" para ocupar el espacio político que ha dejado libre la formación Jobbik con su moderación y acercamiento al centro político.
Los postulados de Fuerza y Determinación son abiertamente racistas y parece mucho más radicales que los de cualquier otra organización surgida en el país desde la caída del régimen comunista.
En la presentación, uno de sus dirigentes, Balazs Laszlo, ha denunciado que Europa ha ejercido una "tolerancia perversa" pese al "peligro" que suponen las minorías y a la llegada de millones de inmigrantes.
"Decenas de millones se suman a las filas de los árabes, africanos y gitanos que no mostrarán tolerancia cuando alcancen el poder que su importancia demográfica les confiere", ha advertido. "Nuestra comunidad étnica debe anteponerse (...). No hay igualdad", ha apostillado.
Otro dirigente, Zsolt Tyirityan, ha apelado al 'Lebensraum' o espacio vital con el que justificó el régimen nazi alemán el expansionismo de la década de 1930. "La Historia se hace y se pierde por la población, la lucha por un espacio vital y la lucha para conservar un espacio vital. Cualquiera que diga lo contrario es un iluso o un mentiros. Lo veas como lo veas, siempre gana el más fuerte", ha argumentado. "Tengo conciencia de raza. Estoy orgulloso de ser un europeo blanco (...) y me reservo el derecho a defenderlo", ha apostillado.
Tyirityan ha recurrido además a la idea de un Estado antiliberal planteada por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán: "Declaramos la guerra al liberalismo. Son nuestro principal enemigo y vamos a hacer todo lo necesario para destruir sus ideales (...). Estas personas pierden su nacionalidad, su conciencia de raza y pronto también su identidad sexual. Esa gente debe ser expulsada de nuestro espacio vital", ha planteado.
Tras su intervención, uno de los simpatizantes que participaban en el acto le ha pedido que le firmara una copia del libro emblemático de Adolf Hitler, el 'Mein Kampf'. Entre los asistentes, la mayoría hombres con camisetas negras, no faltaban los caracteres del alfabeto rúnico, esvásticas y gestos filonazis.