El anterior gobierno tardó casi 280 días en formarse tras largas rondas de negociaciones
MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La sorpresiva victoria del ultraderechista Partido de la Libertad (PVV) en las elecciones celebradas el miércoles en Países Bajos pone ahora a la formación de Geert Wilders en la ardua tesitura de formar un gobierno en un país con una política fuertemente fragmentada.
La formación, que cuenta con un discurso antiinmigración y contrario al Islam, podría convertirse en el partido con mayor número de escaños en el Parlamento neerlandés al hacerse con 37 de los 150 diputados en la Cámara Baja, lo que supone el mayor giro político de la Historia del país.
Aunque estos resultados los sitúan más cerca de los 76 escaños requeridos para hacerse con la mayoría, el PVV necesitará la ayuda de otras formaciones para obtener el control del gobierno en un país con uno de los sistemas más proporcionales y más multipartidistas del mundo.
"Somos el partido más votado de Países Bajos y les aseguro que los electores han hablado", ha manifestado el propio Wilders tras conocer los primeros resultados de las elecciones. Así, ha resaltado que los ciudadanos "volverán a ser lo primero" y ha deslizado que los contactos con otros partidos ya han comenzado. "Gobernaremos", ha asegurado.
En este sentido, ha puntualizado que "el PVV quiere trabajar con otros partidos desde una gran posición, si bien el bloque de izquierdas encabezado por el exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans ha descartado ya un pacto con la ultraderecha tras hacerse con 25 escaños. "Me esperaba más", ha manifestado Timmermans, que ha subrayado que sigue defendiendo "el Estado de Derecho" antes de dar las gracias a sus simpatizantes.
A él se suma el Nuevo Contrato Social (NSC) del democristiano Pieter Omtzigt, principal favorito en las encuestas de intención de voto, que ha obtenido finalmente 20 escaños y que también descartaba trabajar con Wilders, al menos de momento. Según Omtzigt, los resultados meten de lleno a Países Bajos en una "nueva época" a nivel político aunque ha admitido que la victoria del PVV supone un "enorme shock".
El político neerlandés, católico practicante, aboga por un nuevo liderazgo que incluya la creación de un Tribunal Constitucional y defiende el matrimonio homosexual, si bien no ha mostrado una postura clara en torno al acceso al aborto.
Dilan Yesilgoz, la candidata del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del todavía primer ministro en funciones, Mark Rutte, no ha cerrado sin embargo la puerta a una negociación con el líder de la ultraderecha después de obtener 24 escaños y se ha mostrado más contundente a la hora de tomar medidas frente a la migración. "Ahora es el turno de Wilders y debe demostrar que puede formar una mayoría", ha dicho.
Asimismo, ha descartado que su formación haya cometido error estratégico alguno y ha afirmado que los resultados responden a las "preocupaciones de personas que no han sido escuchadas". "Si sigues ignorándolas en políticas obtienes esto, y es lo que está pasando aquí", ha dicho.
No obstante, no está claro si el líder del PVV podrá sacar adelante esta coalición ni si serán capaces los partidos de izquierda restantes de poner sobre la mesa una solución viable que evite convertirse en un rompecabezas con tendencia a resquebrajarse debido a las diferencias internas.
Los diputados tendrán que jurar el cargo el próximo 6 de diciembre, y hasta que se forme un nuevo gobierno Rutte seguirá al frente con el Gabinete actual en un país donde el anterior Ejecutivo tardó casi 280 días en formarse tras largas rondas de negociaciones.
La política neerlandesa ha presenciado durante los últimos tiempos una caída de los apoyos a los dirigentes y formaciones más tradicionales, que han ido perdiendo votos paulatinamente en una tendencia que se ha hecho plausible en gran parte de Europa.