MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Finanzas de Israel, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha pedido disculpas al Ejército por las declaraciones que realizó hace una semana en las que afirmaba que la ciudad cisjordana de Huwara, escenario de un ataque por parte de colonos, debería ser arrasada.
Smotrich ha indicado que no se dio cuenta de que su llamamiento al Gobierno a "arrasar" una aldea palestina se interpretaría como una orden militar. Según ha señalado, la interpretación de su comentario llevó a docenas de pilotos a unirse a las protestas contra la reforma judicial y a amenazar con no presentarse para el servicio de reserva.
El ministro ha expresado, a través de una larga publicación en Facebook, que su disculpa se debe a que un amigo suyo de la Fuerza Aérea de Israel le expresó "la ansiedad" de esta retórica violenta, sensación que compartía con muchos miembros de las Fuerzas Armadas israelíes que temen tener que realizar esta acción.
"Realmente no pensaba que alguien serio fuera capaz de entender por mis palabras un llamado a matar indiscriminadamente a mujeres y niños en el pueblo", ha escrito en su perfil de la red social.
En este sentido, ha agregado que cuando sus comentarios han sido interpretados por "personas buenas, inteligentes, serias y dedicadas que dedican los mejores años de sus vidas a la seguridad de Israel", escuchando que le "atribuyen intenciones tan terribles", no puede "consolarse culpando a los demás". "Me veo obligado a realizar un examen de conciencia", ha agregado.
Con todo, Smotrich ha insistido en que la idea de erradicar indiscriminadamente a todo el pueblo nunca cruzó su mente, justificando que "lo más lejos que algunos podrían llevar sus palabras" era a la destrucción de propiedades, no humanas.
Asimismo, en el comunicado, ha afirmado que los medios estaban tratando de "crear una interpretación distorsionada", al mantener una "campaña falsa y sesgada" contra él y el actual Gobierno.
El político, que encabeza el partido de extrema derecha Sionismo Religioso, está a cargo del organismo que autoriza la construcción de asentamientos y la demolición de viviendas palestinas en gran parte de Cisjordania, incluida Huwara, donde viven aproximadamente 7.000 palestinos, informa 'The Times of Israel'.