MADRID 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El continuo conflicto en Yemen está teniendo un impacto devastador en el sistema educativo del país y en las oportunidades de acceso a la educación de millones de niños, según ha advertido este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un comunicado.
La agencia de la ONU ha explicado que los intensos bombardeos y el combate en las calles durante meses han forzado el cierre de más de 3.600 escuelas y el desplazamiento de los alumnos y sus familias a zonas más seguras del país. Además, al menos 248 escuelas han sufrido daños directos, otras 270 acogen a desplazados internos y 68 están ocupadas por grupos armados.
UNICEF ha pedido once millones de dólares (algo más de 10 millones de euros) para apoyar la rehabilitación de los colegios dañados, proporcionar recursos para la enseñanza y el aprendizaje, la formación de profesores y trabajadores de la comunidad para dar apoyo psicológico y llevar a cabo una campaña de vuelta a la escuela.
Para asegurar que los niños no pierden completamente el curso escolar, UNICEF ha explicado que está favoreciendo el acceso a clases de recuperación a más de 200.000 alumnos. Estos son solo algunos de los 1,8 millones cuya educación se ha visto interrumpida durante dos meses o más. Estas clases de refuerzo están destinadas a los niños que tienen que hacer exámenes nacionales a mediados de agosto para obtener el título de educación básica o secundaria.
"Es crucial dar a los niños de Yemen una educación adecuada para su futuro, pero también para el de sus familias y comunidades", ha afirmado el representante de UNICEF en Yemen, Julien Harneis. "Estamos haciendo todo lo que podemos para que los niños vuelvan a la escuela y que no tengan que abandonar definitivamente su educación. Instamos a las partes del conflicto a que respeten la seguridad de las escuelas para dar a la infancia la oportunidad de aprender", ha añadido.
La agencia de Naciones Unidas ha señalado que el Ministerio de Educación de Yemen está movilizando a los profesores necesarios, después de que algunos de ellos huyeran por la violencia que sufre el país. En los casos en que las escuelas estén dañadas o utilizadas por los desplazados o los grupos armados, el objetivo es proporcionar espacios temporales para el aprendizaje como tiendas de campaña.
UNICEF ha indicado que, desde el comienzo del conflicto, ha estado trabajando con organizaciones aliadas para facilitar la integración de los alumnos cuyas familias han sido desplazadas, para que puedan examinarse en cualquier escuela de forma segura.
SIN MATERIAL ESCOLAR
La agencia de la ONU también está proporcionando recursos para la enseñanza y el aprendizaje, como cuadernos, lápices y mochilas, debido a que los ingresos de muchas familias se han visto severamente afectados, al mismo tiempo que se cerraban y destruían mercados, dificultando la obtención de los materiales que necesitan.
"He visto niños intentando escribir en el suelo porque tenían muchísimas ganas de aprender" ha dicho la directora del colegio de niñas Arwa en el Gobierno de la región de Saada, Jameelah Sailan. "Muchos padres nos dicen lo preocupados que están de que sus hijos estén perdiendo clases. Esperan que la guerra termine para que sus vidas vuelvan a la normalidad y sus hijos puedan continuar yendo al colegio y tengan un futuro brillante", ha lamentado.
Antes del conflicto, la tasa de escolarización neta de Yemen era de un 79 por ciento, mientras que dos millones de niños en edad escolar se quedaron fuera de la escuela debido a la pobreza, la baja calidad de la enseñanza y el conflicto.
UNICEF ha explicado que el comienzo del próximo año escolar está previsto para el 5 de septiembre, pero dependerá en gran medida de la situación de seguridad que viva el país. Los alumnos de los colegios con capacidad para reanudar la enseñanza recibirán clases de refuerzo para cubrir los más de dos meses perdidos como consecuencia del conflicto.