LONDRES 26 Sep. (Reuters/EP) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ha advertido este lunes de que cientos de niños que viven solos en el campamento para refugiados e inmigrantes de Calais van a tener más riesgo de ser víctimas de redes de tráfico de personas cuando 'La Jungla' sea desmantelada, por lo que ha urgido a los líderes europeos a que aceleren el proceso para que estos menores se puedan reunir con sus familias.
UNICEF ha mostrado su preocupación por los cientos de menores que viven solos en la 'jungla' de Calais, un campamento de refugiados situado a las afueras de una pequeña ciudad costera de Francia, donde malviven más de 10.000 personas. La comunidad humanitaria está en alerta tras el anuncio que ha hecho el presidente francés, François Hollande, este lunes, con el que ha confirmado el cierre definitivo del recinto.
"Antes de que lleguen las excavadoras tiene que haber un plan sólido para garantizar la seguridad de los cientos de niños que viven solos en el campamento", ha declarado Lily Caprani, la directora ejecutiva adjunta de UNICEF en Reino Unido.
El pasado mes de febrero tuvieron lugar numerosos enfrentamientos entre los inmigrantes y la Policía, lo que llevó al Gobierno francés a ordenar el desmantelamiento del campamento. Durante el mes de julio se desmontó la mitad del enclave.
"Si se repiten los mismos errores que en el primer desahucio, veremos cómo aún más niños desaparecen, víctimas de las redes de tráfico de personas o teniendo que enfrentarse solos a un invierno sin hogar", ha explicado Caprani.
Según UNICEF, estos menores corren el riesgo de sufrir violaciones, agresiones físicas o incluso la muerte. "Reino Unido debe trabajar con las autoridades francesas para conseguir que estos niños tengan un refugio adecuado, donde puedan acceder a asistencia sanitaria y tener apoyo legal para que puedan contactar con sus familias, que se encuentran en territorio británico, de forma segura", ha añadido Caprani.
CALAIS CONVERTIDO EN ARMA POLÍTICA
Hollande ha confirmado este lunes que antes de que acabe el año el campamento de Calais será desmantelado completamente. Francia planea reasentar a los inmigrantes en pequeños grupos por todo el país, pero la oposición conservadora acusa al presidente de gestionar mal un problema que en último término es de Reino Unido.
Los inmigrantes quieren entrar en Reino Unido, pero desde Londres argumentan que quienes buscan asilo tienen que hacerlo en virtud de la legislación de la Unión Europea en el país por el que entran. La inmigración fue uno de los motores del voto a favor de la salida de la UE en Reino Unido en el referéndum de junio y también se espera que sea un tema clave en las presidenciales francesas.
Los residentes de Calais, en su mayoría procedentes de Oriente Próximo, llegan al norte de Francia con el firme convencimiento de que tendrán muchas más oportunidades de rehacer su vida en Reino Unido que en el continente. La tasa de paro en Francia roza el 10 por ciento, mientras que en Reino Unido es del 5 por ciento. Además, muchos tienen familiares en territorio británico que pueden ayudarles.
Como consecuencia, cientos de inmigrantes han utilizado la pequeña ciudad costera de Calais para tratar de alcanzar algún puerto británico a través del Canal de la Mancha, que en ese punto mide menos de 35 kilómetros. En la gran mayoría de los casos acaban fracasando y decenas de personas han perdido la vida en el intento.
Se estima que la mayor parte de los más de 7.000 inmigrantes --10.000 según algunas organizaciones humanitarias-- que residen en 'la jungla' siguen teniendo en mente Reino Unido como destino final, a pesar de las medidas que está llevando a cabo el Gobierno francés.