MADRID 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El director ejecutivo adjunto del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Justin Forsyth, ha subrayado este lunes que "nada puede justificar los terribles abusos contra mujeres y niños" que se han registrado en la región de Kasai, en República Democrática del Congo, al tiempo que ha reclamado a las partes en conflicto que protejan a los niños y las instituciones educativas.
"El mundo no puede cerrar los ojos ante la situación que están viviendo los niños y las familias en la región del Gran Kasai", ha asegurado el responsable de UNICEF, en un comunicado. Forsyth ha asegurado que, en los últimos doce meses, más de 1,4 millones de personas --incluidos 850.000 niños-- se han visto "obligadas a abandonar sus hogares y sus vidas, marcadas por actos generalizados de violencia extrema".
"Los niños y las mujeres nos hablan de terribles abusos. Muchos niños han sido reclutados por las Fuerzas Armadas, drogados y atrapados en la violencia. Nada puede justificar estas acciones", ha afirmado el director ejecutivo adjunto de UNICEF.
Tras denunciar que la situación de los niños sigue empeorando y las familias desplazadas por el conflicto "no pueden acceder a los servicios más básicos", la agencia de Naciones Unidas ha señalado que "más de 200 centros de salud han sido destruidos y uno de cada cuatro centros sanitarios no funciona con normalidad". "Se estima que cerca de 400.000 niños están en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave", ha alertado.
Forsyth ha explicado que los niños en Kasai han perdido un año de educación porque hay "cientos de escuelas" que han sido objetivo de "ataques y saqueos". "Los maestros han sido asesinados o se han visto forzados a huir por razones de seguridad. El miedo a la violencia se traduce en que el personal docente no puede ir a trabajar y los padres temen enviar a sus hijos a la escuela", ha señalado.
El director ejecutivo adjunto de UNICEF ha dejado claro que todas las partes enfrentadas deben proteger a la infancia. "Todas las partes en conflicto deben proteger a los niños, poner fin a estas graves violaciones contra la infancia y preservar las escuelas y los servicios de salud. Los actores humanitarios deben tener acceso ilimitado a las poblaciones afectadas para que podamos llegar a todos aquellos que lo necesitan", ha asegurado.
Por último, ha indicado que UNICEF y una extensa red de aliados locales están respondiendo a las "crecientes necesidades humanitarias, "llegando a más de 150.000 personas afectadas por la crisis con nutrición, salud, educación, agua y saneamiento, donaciones directas en efectivo e intervenciones de protección infantil". "Pero a menos que esta violencia se detenga, nuestro trabajo nunca será suficiente. Las vidas de muchos miles de niños están en riesgo", ha concluido.