MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Unos 250.000 niños se han visto afectados por el terremoto de 7,8 de magnitud en la escala Richter que sacudió Ecuador el pasado 16 de marzo, según los últimos datos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que ya ha hecho llegar al país un primer envío de suministros con el fin de atender sus necesidades.
"Necesitamos que estos suministros lleguen a los niños lo antes posible", ha explicado el representante de UNICEF en Ecuador, Grant Leaity. "Cuanto más tiempo pasen los niños sin techo, cobijo, agua potable y protección integral, mayores son los riesgos para su bienestar y salud", ha advertido.
Según los datos de la agencia de la ONU, al menos 720.000 personas requieren de asistencia humanitaria tras el terremoto, que ha destruido o dañado más de 1.100 edificios, provocando que haya más de 25.000 personas estén actualmente viviendo en albergues temporales.
El primer avión enviado por UNICEF a Ecuador aterrizó en Quito el jueves por la noche y está previsto comenzar el reparto de la ayuda por las zonas más afectadas.
En concreto la carga está compuesta por un almacén plegable, 10.000 mantas de lana, 300 lonas de plástico, 1.800 rollos de plástico, más de 100 tiendas de campaña, 30 contenedores de agua, más de 15.000 bidones, 17 test de agua, 4.800 mosquiteras tratadas con insecticida, 250.000 cápsulas de vitamina A y kits para el tratamiento de la diarrea.
UNICEF y sus aliados humanitarios han hecho un llamamiento por valor de 23 millones de dólares para cubrir las necesidades de, al menos, 250.000 niños durante los próximos tres meses. De ellos, 14 millones serán destinados a la provisión de agua, saneamiento básico e higiene en los albergues temporales, centros de salud, espacios de aprendizaje y en las comunidades. Los fondos restantes cubrirán las necesidades de educación, protección y salud para estos niños.