MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Al menos dos niños han muerto y cinco han resultado heridos durante los primeros días de 2022 a causa del "aumento de la violencia" en el noroeste de Siria, según ha denunciado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que ha recalcado que "han sido once años brutales de guerra contra los niños sirios".
"Durante los últimos cuatro días, desde que se inició el nuevo año, dos niños han muerto y otros cinco han resultado heridos en el noroeste de Siria por el aumento de la violencia. El año pasado, más del 70 por ciento de las violaciones graves contra niños fueron registradas en el noroeste", ha dicho el director en funciones del organismo para Oriente Próximo y Norte de África, Kambou Fofana.
Asimismo, ha resaltado que una estación de agua apoyada por UNICEF ha sido atacada esta semana en la aldea de Arshani, en los alrededores de Idlib (noroeste), lo que ha supuesto el corte del suministro para más de 241.000 personas, "muchas de las cuales son desplazados internos".
"Los niños y los servicios de entrega de suministros nunca deben ser objeto de ataques", ha indicado Fofana. "Han sido once años brutales de guerra contra los niños sirios. ¿Cuánto más puede durar esto?", se ha preguntado, según un comunicado publicado por el organismo a través de su página web.
La provincia de Idlib y zonas de las de Alepo y Hama se encuentran en manos de varios grupos armados, el más importante de los cuales es Hayat Tahrir al Sham (HTS). El Gobierno de Siria, respaldado por Moscú, ha defendido que su ofensiva en la zona es parte de su lucha contra el terrorismo en el país.
A pesar de que Rusia y Turquía pactaron en marzo de 2020 un alto el fuego para impedir una ofensiva a gran escala por parte de Damasco que ahondara la crisis humanitaria, los enfrentamientos armados continúan de forma esporádica, sin que los desplazados puedan regresar a sus hogares en otras zonas del país.