MADRID 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha destacado este miércoles la importancia de que los niños regresen a las escuelas en las zonas afectadas por la crisis de ébola en República Democrática del Congo (RDC).
"El ébola ha tenido un impacto devastador y perjudicial para las familias y las comunidades", ha dicho el representante de UNICEF en RDC, Edouard Beigbeder. "Asegurar que estos niños tengan acceso a escuelas seguras, acogedoras y en las que se encuentren protegidos es clave para ayudarlos a recuperar la normalidad y continuar su aprendizaje", ha manifestado.
Según ha indicado UNICEF en un comunicado, hay 6.509 escuelas de primaria y secundaria en las zonas afectadas por el ébola de las provincias de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur. 3.800 de ellas se encuentran en zonas de alto riesgo. La mayoría ha reabierto para el nuevo periodo escolar.
"Al comienzo del último año académico, el brote de ébola era todavía muy incipiente", ha manifestado la coordinadora educativa de UNICEF Fati Bagna Seyni.
"Muchos padres tenían miedo de enviar a sus hijos a la escuela por temor a que pudieran contagiarse en clase. Los maestros carecían de la información y la capacitación para enseñar a los niños sobre la enfermedad o para apoyar a los niños vulnerables de las familias afectadas por el ébola. Las cosas han cambiado mucho desde entonces", ha explicado.
Durante el año pasado, UNICEF trabajó estrechamente con el Ministerio de Educación y otros aliados para brindar asistencia específica a escuelas, maestros, padres y estudiantes en las áreas afectadas.
Entre los estudiantes que regresan ahora a clase se encuentran cientos de supervivientes del ébola en edad escolar y niños huérfanos a causa de la enfermedad.
El último brote, que fue declarado oficialmente el 1 de agosto de 2018, es el segundo más mortífero hasta la fecha a nivel mundial, tras el registrado en África Occidental entre 2013 y 2016 que se cobró más de 11.300 muertos, y el peor sufrido hasta la fecha por el país en el que se detectó el mortífero virus por primera vez.
La falta de respaldo de las comunidades locales y la amenaza de grupos armados han dificultado enormemente las tareas de contención de la epidemia.
Según la OMS, en las últimas diez semanas el virus ha afectado a una media de 80 personas por semana. Además, más de 200.000 personas han sido vacunadas contra el ébola en el país.