Una niña con desnutrición en Ghuta Oriental
UNICEF/TOM/OCHA
Actualizado: jueves, 30 noviembre 2017 13:42

Unos 200.000 niños se encuentran en zonas asediadas como Ghuta Oriental, donde la llegada de ayuda no es regular

MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

Unos 5,7 millones de niños necesitan actualmente ayuda en Siria, donde la llegada del invierno supone un factor añadido a la situación ya de por sí delicada en la que se encuentran, por lo que las facilidad de acceso, sobre todo a los alrededor de 200.000 que están en zonas sitiadas, es la clave, ha defendido el jefe de operaciones de emergencia del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en el país, Gianluca Buono.

"En estos casi 7 años, UNICEF no ha parado nunca de trabajar en Siria en las zonas donde está presente y pese a las dificultades de acceso", ha subrayado Buono, incidiendo en que se trata de "una operación compleja" por los problemas de seguridad pero también porque algunos de los millones de desplazados por el conflicto se han desplazado varias veces dentro del país.

"El mandato de UNICEF es claro y estamos en Siria para ayudar a los niños y las niñas", ha defendido, explicando que en el día a día trabajan tanto con el Gobierno sirio como con otras instituciones y organizaciones locales con el único objetivo de "llegar al mayor número de personas posibles".

En los últimos meses, la situación se ha calmado en algunas zonas del país, en las que "se puede actuar de forma más regular", pero quedan otras donde el conflicto sigue presente y en las que el acceso no está garantizado y por tanto "no se puede entregar ayuda de forma sistemática".

Desde UNICEF, ha asegurado Buono, "estamos siempre preparados para entregar ayuda cuando se puede y las condiciones lo permiten", aunque para que esto pueda ocurrir hace falta un proceso previo de evaluación de las necesidades, preparación de la ayuda, plantificación del envío y análisis de las rutas de acceso y salida de los convoyes de ayuda.

"Es un proceso complejo, nos gustaría tener posibilidad de entrar de forma regular" a las zonas sitiadas y de difícil acceso, pero "la seguridad no siempre lo permite", ha subrayado, insistiendo en que están preparados para intervenir "cuando se nos da la posibilidad".

GHUTA ORIENTAL

Este proceso, que se puede prolongar durante días y en el que UNICEF suele participar junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Media Luna Roja Siria y otras agencias de la ONU, es el que permitió que a principios de esta semana llegara un convoy con ayuda a la zona de Ghuta Oriental, situada al este de Damasco y asediada por las fuerzas de Al Assad.

Según Buono, entre la ayuda entregada figuraban galletas altamente energéticas y 'plumply nut', el alimento empleado para tratar a los niños con gravemente desnutridos. Por el momento, ha indicado, no se tiene constancia de que haya niños muriendo de hambre en este enclave pero "el deseo es poder llegar con ayuda las más veces posibles con el fin de evitar que esto ocurra".

UNICEF tampoco ha podido acceder aún a la ciudad de Raqqa, donde aún no se dan las garantías de seguridad para hacerlo, pero ya está atendiendo a los desplazados por la ofensiva militar para recuperar la ciudad de manos de Estado Islámico en los campamentos de la zona y tiene preparado un plan de contingencia para cuando el acceso sea finalmente posible.

Por su experiencia, Buono ha indicado que las prioridades en las zonas liberadas suelen ser alimentos, agua y educación. En materia de agua y saneamiento, la agencia de la ONU trabaja distribuyendo agua potable con camiones cisterna, ayudando a reparar los sistemas hídricos dañados por la violencia o con el suministro de combustible para los generadores que hacen funcionar las bombas de agua.

En materia educativa, ha puesto el acento en que Siria era un país donde en torno al 95 por ciento de los niños estaban escolarizados antes de la guerra pero donde ahora 1,75 millones no van a la escuela y hay una falta palpable de personal educativo. Según ha contado, tanto padres como niños suelen pedir la reapertura de las escuelas como algo prioritario, algo que llama la atención cuando "miras a tu alrededor y ves todas las casas destruidas".

En una de sus visitas, ha precisado, hablando con un chico de unos 12 años sobre cuáles eran sus necesidades esté le planteó claramente: "quiero regresar a la escuela con mis amigos y recuperar el tiempo perdido". "Esto nos da energía para seguir trabajando", ha asegurado el responsable.

Para hacer frente a esta situación, UNICEF está instalando aulas prefabricadas, en algunos casos en las canchas de las escuelas destruidas, para que los niños puedan retomar sus estudios y que "darles una sensación de volver a su escuela, algo que psicológicamente es muy importante". Además, está repartiendo material escolar y también se trabaja con las instituciones locales en el desarrollo de un curricúlum que les permita recuperar el tiempo sin clases.

La agencia de la ONU también trabaja en materia de salud, con campañas de vacunación para evitar brotes de enfermedades como la polio, que reapareció en el país durante el conflicto, y ofreciendo apoyo psicológico, además de asistencia a los niños discapacitados, especialmente vulnerables.

AYUDA FRENTE AL INVIERNO

Con la llegada del invierno, UNICEF ha procedido a la entrega de kits con mantas, abrigos y otro material para ayudar a "reducir el nivel de sufrimiento al que ya se enfrentan los niños", dando como siempre "prioridad a los niños más vulnerables y los que se encuentran en las zonas de más difícil acceso".

Además, se han repartido cupones a familias para que puedan adquirir ropa de abrigo en determinadas tiendas, lo cual les confiere "más dignidad, ya que les permite adquirir la talla y el color deseado".

Pero para poder realizar todas estas actividades, "necesitamos fondos" ya que "son muchas las necesidades". De los 1.200 millones de euros que UNICEF solicitó para llevar a cabo su labor en 2017, a fecha de finales octubre se habían recibido solo el 49 por ciento de los fondos. En el caso de la ayuda frente al invierno, hacen falta 60 millones de dólares ya de lo cual, unos 1,5 millones de niños podrían verse expuestos al frío.

No obstante, "contamos con la generosidad de la gente", ha agregado, resaltando la solidaridad y generosidad mostrada tradicionalmente por los españoles.

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