MADRID, 16 Mar. (EDIZIONES) -
Cuatro años después de que comenzara el conflicto en Siria, en el país hay 5,6 millones de niños desplazados y otros cerca de dos millones han tenido que buscar refugio en los países vecinos, según datos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF). A pesar de todo lo que han tenido que vivir, de la violencia de la que han sido testigos, estos niños siguen teniendo sueños de un futuro mejor y la comunidad internacional debe ayudarles a lograrlos.
Ese es el llamamiento que hace Najwa Mekki, portavoz de UNICEF, en un momento en el que las perspectivas de que haya una solución al conflicto no parecen cercanas y en el que recaudar fondos para prestar asistencia a los millones de sirios que la necesitan se hace "cada vez un poco más difícil".
Mekki, que ha visitado varios campos de refugiados sirios tanto en Jordania como en Turquía, cuenta que cuando se habla con los niños cuentan que "quieren ser maestros, médicos, quieren trabajar y siguen esperando un futuro mejor". "Tienen la esperanza de que las cosas van a cambiar y esa esperanza les permite seguir adelante", cuenta en una entrevista con Europa Press.
Foto: UNICEF
Esto "también es una razón para nosotros para hacer más, para tratar de ayudarlos", añade, subrayando que "todavía tienen sueños y es nuestro deber como comunidad internacional darles la posibilidad de lograrlos".
La portavoz de UNICEF ha reconocido que lo más preocupante es qué pasará con el futuro de los niños sirios, muchos de los cuales "se acuestan y se despiertan escuchando bombardeos", y que ahora viven "en un ambiente que no tiene nada que ver con el que había antes" sin poder ir a la escuela.
Estos niños han sido testigos de la "brutalidad" de esta guerra y también han sido ellos mismos víctimas de ella. Según las estimaciones de UNICEF, más de 10.000 niños han muerto y otros muchos han quedado huérfanos, sin que haya cifras exactas.
Foto: UNICEF
"Hay que pensar en el impacto físico pero también en el psicológico, en cómo hacen para vivir con esa carga y con ese sufrimiento", ha incidido. Para ello, UNICEF trabaja creando espacios donde los niños puedan jugar, dibujar, bailar, hacer teatro o escribir "para expresar lo que siente".
También se trabaja para facilitar la comunicación entre niños de la misma edad y para identificar a los niños que necesitan una atención especial por lo que han vivido, ya que hay casos de niños que no quieren comer, que no hablan o que han vuelto a orinarse en la cama. "Cada niño reacciona de manera distinta", ha añadido.
Foto: UNICEF
"Lo que yo vi en Zaatari --el principal campo de refugiados en Jordania-- fue a niños haciendo cosas peligrosas que en otras circunstancias no harían y mucho más violentos" incluso sus madres, ha explicado, "confiesan que no reconocen a sus hijos".
NIÑOS QUE NO VAN A LA ESCUELA
Por otra parte, ha resaltado que hay 2,6 millones de niños que no va de forma regular a la escuela, porque es peligroso, porque han sido destruidas o porque éstas se usan para dar alojamiento a desplazados. Según la agencia de la ONU, más de 4.200 escuelas, es decir, casi una de cada cinco, han resultado dañadas, destruidas o son empleadas para acoger a refugiados desde que comenzó el conflicto.
UNICEF ha podido constatar que "cuando un niño no va uno o dos años a la escuela es casi imposible que luego la retome". Así, muchos de los niños se están viendo obligados a trabajar para ayudar a sus familias y en el caso de las niñas se casan más jóvenes. "¿Cuál es el futuro de un niño que está trabajando desde los 9 o 10 años? ¿Cuál es el futuro de un niño que no va a la escuela? ¿Cuál es el futuro de una niña que se casa con 12 o 13 años?", ha preguntado.
Foto: UNICEF
Por ello, ha explicado, desde UNICEF se ha alertado del "riesgo de perder una generación entera de niños sirios" porque "si no tienen ninguna esperanza de futuro el riesgo es muy real".
Frente a esta situación, la agencia de la ONU trabaja para lograr que los niños puedan volver la escuela, construyendo nuevos centros o abriendo centros para niños en los campos de refugiados. También está prestando especial atención a los adolescentes, ya que se estima que en el país hay unos 5 millones de niños de entre 12 y 18 años.
Foto: UNICEF
En su caso, se trabaja para darles formación profesional y capacitación con el objetivo de que puedan buscar soluciones a sus problemas y prepararse de cara al futuro. El objetivo, según explica UNICEF en su informe con motivo del aniversario del inicio de la guerra, es evitar que acaben uniéndose a los grupos armados y que las chicas se casen a edades tempranas.
Pero para poder llevar a cabo estas actividades y otras que realiza UNICEF, como campañas de vacunación o proyectos de saneamiento, hacen falta fondos, y estos no llegan al ritmo que son necesarios. Según ha explicado Mekki, UNICEF hizo un llamamiento a principios de año solicitando más de 900 millones de dólares para atender a los niños dentro de Siria así como a los refugiados y los de las comunidades de acogida y a fecha del 8 de marzo aún no se habían recaudado 770.
Foto: UNICEF
"Estamos muy agradecidos de la ayuda que hemos recibido pero pedimos que más gente dé más y haga más para que podamos ayudar a los niños de Siria", ha concluido.
Foto: UNICEF
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