MADRID 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Anthony Blake, ha condenado con firmeza el bombardeo aéreo registrado este miércoles en una escuela en Idlib en el que murieron 22 niños y seis profesores, lamentando que se trata de "una cicatriz más en el futuro de Siria".
"Esto es una tragedia, es una salvajada y si se trata de un acto deliberado, es un crimen de guerra", ha subrayado en un comunicado, incidiendo en que "esta última atrocidad podría ser el ataque más mortífero contra una escuela desde que comenzó la guerra hace más de cinco años".
"Familias que han perdido para siempre a sus hijos... estudiantes que han perdido para siempre a sus profesores... una cicatriz más en el futuro de Siria", ha lamentado Blake.
"¿Cuándo se equiparará la repulsión mundial ante tal barbaridad con la insistencia de que esto debe parar?", se ha preguntado el máximo responsable de UNICEF.
El balance ofrecido por la agencia de la ONU del bombardeo aéreo sitúa en 28 las víctimas mortales, mientras que previamente el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos había informado de 26 fallecidos, entre ellos quince niños y una profesora.
Los hechos se produjeron este miércoles en la localidad de Haas, en la provincia de Idlib, controlada principalmente por los rebeldes que luchan para derrocar al régimen de Bashar al Assad.