MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Musa Faki Mahamat, ha aclarado este miércoles que la organización regional está en contra de "cualquier cambio inconstitucional de Gobierno", en alusión a la intervención militar contra el Ejecutivo de Robert Mugabe en Zimbabue.
"La Unión Africana está en contra de cualquier cambio inconstitucional de Gobierno", ha dicho desde Wasshington, donde se encuentra de visita para reunirse con el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Mahamat también ha emitido un comunicado oficial en el que subraya que "es crucial que la crisis se resuelva de modo que promueva la democracia y los Derechos Humanos, así como el desarrollo socio-económico de Zimbabue".
En este sentido, ha instado a "todos los actores a abordar la actual situación conforme a la Constitución de Zimbabue y a los instrumentos relevantes de la UA, incluida la Carta Africana".
Mahamat, que "sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos", ha reiterado la voluntad de la UA de trabajar junto a la Comunidad para el Desarrollo de África del Sur (SADC) y los líderes de la región para encontrar una salida a la crisis de Zimbabue.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, que está ejerciendo de mediador ha enviado a un grupo de representantes que ya se encuentran en Harare y que, según ha podido saber la cadena británica BBC, "han sido bien recibidos".
Interrogado por este asunto en la capital estadounidense, Mahamat ha revelado que en su encuentro con los emisarios regionales "el Ejército ha asegurado que no es un golpe de Estado".
¿GOLPE MILITAR?
El Ejército ha tomado esta madrugada el control de las principales instituciones para frenar la purga de veteranos de guerra que el presidente, Robert Mugabe, inició abiertamente la semana pasada con el cese fulminante de Emmanuel Mnangagwa.
Los militares han asegurado que no se trata de un golpe de Estado, si bien el presidente sudafricano, Jacob Zuma, ha confirmado que Mugabe está confinado en su propia casa y su mujer, Grace Mugabe, habría abandonado el país con rumbo desconocido.
En el origen de esta crisis política está la pugna por suceder a Mugabe, de 93 años. Mnangagwa, apoyado por las Fuerzas Armadas, era uno de los favoritos, pero con su despido Grace Mugabe, que tiene el respaldo de las juventudes del gobernante ZANU-PF, pasó a liderar la carrera por el trono zimbabuense.